Juan Lobato en la Asamblea de Madrid

Juan Lobato en la Asamblea de MadridEuropa Press

Partido Socialista

Los trece días de crisis del PSOE de Madrid que acabaron con Juan Lobato y han aupado a Óscar López

Parece que ha pasado ya un siglo, pero, realmente, han transcurrido menos de dos semanas desde que estallara la crisis en el PSOE de Madrid. Crisis que los socialistas quieren ya dar por finiquitada con el nombramiento de Óscar López como nuevo secretario general, que se materializó este sábado. Por primera vez en tres décadas, ningún otro socialista se atrevió a dar el paso de presentar candidatura para liderar el PSOE-M, por lo que quedó suspendido el proceso de Primarias.

Todo comenzó el pasado 25 de noviembre, cuando el diario ABC sacó en portada una noticia cuyo titular rezaba: «Moncloa filtró el documento secreto del novio de Ayuso y trató de implicar a Lobato». Una exclusiva que provocó un tsunami en la política madrileña, y española.

La noticia recogía, además, que Lobato, a la sazón secretario general del PSOE-M, llevó ante notario los WhatsApps donde la mano derecha de mano derecha de Pedro Sánchez, Pilar Sánchez Acera, le hizo llegar esa documentación.

Esa misma mañana, Lobato, a través de varias entrevistas y una rueda de prensa, trató de aclarar lo sucedido asegurando que su compañera —además de jefa de Gabinete de Óscar López, en ese momento —marzo de este año— jefe de Gabinete de Sánchez, su secretaria de política institucional— había tenido acceso a esa información por los medios de comunicación. Y que su intención llevando los mensajes no era otra que demostrar que la Fiscalía no había filtrado nada al PSOE.

Un pretexto que quedó cojo apenas unos días después, cuando Lobato, citado como testigo en la causa del Tribunal Supremo que investiga al fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, por presunta revelación de secretos de Alberto González Amador, entregó al juez el acta notarial con la literalidad de sus mensajes con Sánchez Acera.

Una conversación que resultó que no era exactamente como Lobato había contado. Y es que, efectivamente, Sánchez Acera le hace llegar esa documentación, en un mensaje que figura como reenviado, y cuando Lobato le pregunta de dónde ha salido esta, en un mensaje de lo más críptico le contesta: «porque llega, lo tienen los medios» para, acto seguido, pedirle a Lobato que espere porque «van a verlo».

Unos minutos y, presuntamente, unas gestiones después, el documento aparece, por primera vez, publicado en un periódico. Sánchez Acera le hace llegar el link a Lobato que ya se siente «respaldado» para esgrimir el email de la defensa del novio de Ayuso reconociendo dos delitos fiscales en el Pleno de la Asamblea de Madrid.

Sin embargo, antes de conocerse esa conversación, el pasado viernes 29 de noviembre, Lobato pasó de aferrarse a su cargo y acusar a su partido de «linchamiento», así como lanzar sospechas sobre el origen de ese documento confidencial, a decantarse, apenas un día después, por dimitir con una carta en la que aseguraba que su forma de hacer política es «incompatible» con la que mantiene ahora algunos dirigentes de su partido, centrados en «destruir» al adversario y a quien piensa diferente.

Así las cosas, el pasado jueves, en un discurso anti-Ayuso de un nivel de confrontación jamás vista en Lobato, Óscar López lanzaba su candidatura para liderar el PSOE de Madrid. Una candidatura que se confirmaba como única este sábado por lo que el ministro de Transformación Digital y quien fuera durante tres años jefe de Gabinete de Pedro Sánchez ya es el secretario general del PSOE de Madrid.

Un secretario que se ha puesto como meta vencer a Isabel Díaz Ayuso en 2027 con un proyecto de «izquierda valiente». Con todo, hasta que llegue el momento de enfrentarse a la presidenta autonómica en las urnas, López podría verse envuelto en la causa del fiscal general del Estado - como han insistido en los últimos días desde el PP- por la implicación, ya demostrada, de su jefa de Gabinete.

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