Las diferencias entre los Latin Kings, Dominican Don't Play y Trinitarios: las bandas latinas en Madrid

Las bandas latinas son una asignatura que a Madrid siempre se le ha atragantado. Tanto la delegación del Gobierno como la Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento trabajan para paliar las reyertas que en numerosas ocasiones se han saldado con varias víctimas mortales. Esta semana se ha procedido a la detención de siete pandilleros tras el tiroteo en una pizzería de Arganzuela en julio de este año.

Este término 'bandas latinas' comenzó a implantarse hace 20 años, cuando se hallaron los primeros incidentes entre estos grupos, ahora se les denomina bandas juveniles porque ya son la tercera generación de los primeros integrantes.

Expertos en la materia subrayan que estas organizaciones han aumentado su espectro en lo que nacionalidades se refiere, llegando a encontrar ciudadanos de origen marroquí, rumano o incluso español. En la región hay cuatro bandas que sobresalen por encima del resto: Latin Kings, Dominican Don’t Play, Trinitarios y Ñetas.

El objetivo de estas bandas latinas es simple, comienzan adueñándose de calles o parques de un barrio de Madrid porque consideran que es su territorio y lo defiende «literalmente con su vida». Los casos es los que entran miembros de otra banda es cuando se producen altercados con machetes, cuchillos y otras armas.

Las bandas latinas dan una gran importancia a la simbología y a su forma de vestir. No solo los colores representan su manera de identificarse. Los saludos y gestos son otro de los elementos con los que las bandas latinas expresan su pertenencia.

Los Latin Kings dan una gran importancia a los colores amarillo y negro y a la corona de cinco puntas que representa las cinco islas del Caribe: Puerto Rico, Cuba, República Dominicana, Haití y Jamaica. En su transcripción, «al lenguaje de signos», levantan y juntan los dedos: meñique, índice y pulgar. Dejando plegados los dos centrales (anular y corazón).

Los Dominican Don’t Play se caracterizan por vestir de negro; y acostumbran a llevar una gorra negra. Sus lemas son «Amor de tres» y «Yo sin ninguno y ninguno sin mí». Suelen llevar un collar de cuentas, que según el largo y la cantidad de colores que incorpore depende el rango del individuo. Acostumbran a saludarse levantando todos los dedos de la mano y «escondiendo», o bajando, el dedo central.

Los Trinitarios visten sobre todo de verde, les gustan las zapatillas deportivas y acostumbran a llevar un pañuelo grande o bandana, que usan para cubrir su rostro en caso de ataque o para mostrar siete puntos o estrellas.

Los Ñetas, por su parte, se identifican con la letra Ñ que suele verse junto a un corazón, esta simbología representa el «amor de Ñeta». El color que les representa es el blanco y su gesto consiste en cruzar el dedo corazón sobre el índice ambos estirados, representando la protección del grande con el pequeño.

Reparto por Madrid

Las bandas latinas están repartidas por todo Madrid. Así, según el Observatorio de Bandas Latinas, los Trinitarios están activos en Alcalá de Henares, Arca Azul, Ciudad Lineal, Cuatro Caminos, Estrecho, Fuenlabrada, Getafe, Guadalajara, Hoyo de Manzanares, Leganés, Nuevos Ministerios, Orcasitas, Plaza Elíptica, San Blas, San Cristóbal, San Cristóbal, San Fermín, Tetuán, Urgel, Usera, Vallecas, Villalba y Villaverde.

Los Dominican Don’t Play tienen presencia en Alcobendas, Alfonso XIII, Aluche, Argüelles, Carabanchel Alto, Campamento, Ciudad de Los Angeles, El Carmen, Embajadores, Moncloa, Moratalaz, Oporto, Plaza Elíptica, Pozuelo, Prosperidad, Tetuán, San Blas, San Cristóbal, Tetuán, Villaverde y Vista Alegre.

Los Latin Kings se reparten por Alcorcón, Bilbao, La Latina, Lucero, Urgel, Aluche, Las Rosas, Oporto, Plaza Elíptica, San Blas, Getafe, Leganés, Parla, Torre Arias, Vallecas, Villaverde y Vista Alegre.

Por último, los Ñetas han ocupado las zonas de Delicias, Fuenlabrada, Getafe, Leganés, Legazpi, Orcasur, Pacífico, Parla, San Fermín, Torrejón de Ardoz, Usera y Vallecas.

Uso de menores

Uno de los elementos más llamativos dentro de estos grupos es el aumento de menores de edad que entran a formar parte de las bandas. Debido a su condición de impunes para cometer delitos se convierten en piezas claves para la comisión de diferentes delitos.

Los más veteranos tratan de adoctrinar a los adolescentes en parques o incluso en las inmediaciones de los institutos. El perfil general de los menores que deciden entrar a formar parte de estas bandas organizadas suele coincidir con el de jóvenes que pertenecen a familias desestructuradas.

Según el Observatorio de Bandas Latinas, en Madrid hay 2.500 jóvenes que pertenecen a estos grupos: 500 adolescentes entre 11 y 13 años, 1.200 entre 14 y 18 años, y 800 entre 19 y 25 años.

Además, señalan que se ha adelantado la edad de incorporación a las bandas a partir de los 11 años, por primera vez se cuantifica el negocio que mueven en cuotas superior a los 9,6 millones de euros anuales.

Para frenar la expansión y las reyertas, el Gobierno tiene un plan antibandas que se saldó el año pasado con 3.500 personas detenidas en la Comunidad de Madrid. En concreto, se realizaron 88.000 actuaciones.

Además, en el total de las actuaciones se han intervenido 1.500 armas blancas, nueve armas de fuego y 200 objetos peligrosos. Según fuentes policiales, en demarcación de la Policía Nacional hay medio millar de pandilleros fichados, de los cuales alrededor del 60% son menores de edad.