La distinguida boda de Ana Cristina Portillo, una oda al estilismo más impecable
El estilismo de la novia era obra de Jorge Acuña
La hija menor de la desaparecida Sandra Domecq Williams, Ana Cristina, que tuvo con el empresario y fotógrafo Fernando Portillo, se ha casado esta mañana en Jerez en una ceremonia impecable. Los vestidos de algunas asistentes a la boda se han elaborado con telas ideadas por la misma Ana Cristina.
El estilismo de la novia era obra de Jorge Acuña y se acercaba mucho al de un vestido de escote asimétrico de Tot Hom que Ana Cristina lució en una sesión de fotografías de moda que yo organicé hace años. El plisado cruzado se acompañó de pedrería bordada en forma de flor o estrella que añadía un toque delicado y personal al vestido.
Sobre el hombro descubierto salía una tela de gasa que se extendía hacia atrás dando simetría al escote de la espalda en forma de U, mientras que conformaba un lado de la cola. Los zapatos plateados de Stuart Weitzman le estuvieron a punto de causar un tropiezo a la novia en la entrada al templo.
Ana Cristina, guapísima, porque lo es y porque quizás sea la que más se parece a Sandra Domecq Williams de sus cuatro espectaculares hijas, iba sencillamente peinada con recogido bajo y raya en medio, con pendientes en cascada y anillo de pedida, todo acompañado por un sencillísimo ramo de gerberas blancas, limpio y campestre.
De las hermanas de la novia, destacó Alejandra, la hija mayor de Bertín Ortiz Osborne y Sandra Domecq, que lució un espectacular vestido con aberturas laterales en color mostaza brillante con preciosas palmeras marrones difuminadas, una de las 29 telas estampadas creadas por Ana Cristina para hermanas, amigas y testigos.
Eugenia, la segunda hija de Bertín y Sandra, llevó un espectacular vestido palabra de honor de florecitas que acompañó de una enorme pamela de ala ancha y recta que quizás no era lo que más le favorecía con el pelo corto. Claudia Osborne iba favorecida con un discreto vestido en tonos azul cielo en crepe de seda con escote triangular en la espalda.
Entre las invitadas destacaron por su belleza, su estilo, encanto personal y simpatía la novia y sus hermanas. Los invitados se han trasladado tras la ceremonia religiosa de la boda de Ana Cristina con Santiago Camacho a la finca Santiago, propiedad de la familia Domecq-Williams a las afueras de Jerez, un lugar de grandes recuerdos familiares y ceremonias para la familia, donde ya han celebrado su boda las 4 hermanas y su madre se casó en su día. Boda de guapas en familia de guapas.