Loewe prescinde del diseñador Jonathan Anderson

Son tiempos de cambios en las grandes casas de moda internacionales. Hay baile de diseñadores tras apagarse los focos de las pasarelas más prestigiosas del mundo.

El diseñador norirlandés Jonathan W. Anderson deja su puesto como director creativo de la firma española Loewe, un cargo que ocupaba desde 2013, según anunció este lunes el gigante francés del lujo LVMH, propietario de la marca.

Durante estos once años, «Loewe ha tenido un crecimiento excepcional y se ha impuesto como una pionera en la propuesta de una visión moderna del lujo y la cultura, a la vez que sigue fiel en su compromiso histórico hacia el artesanado», destacó LVMH en un comunicado.

«Aunque mi capítulo en Loewe llega a su fin, la historia de la marca continuará escribiéndose muchos años. La seguiré con orgullo de ver crecer y prosperar esta extraordinaria marca española que un día consideré mi casa», indicó el diseñador, de 40 años. El Craft Prize de la Fundación Loewe establecido por Jonathan Anderson es uno de los primeros galardones internacionales en el mundo para la artesanía contemporánea. Y un gran motivo de orgullo para el creador que revitalizó la firma con su llegada.

«Dicen que todas las cosas buenas deben llegar a su fin, pero yo no estoy de acuerdo. Mientras mi propio capítulo llega a su fin, la historia de Loewe continuará durante muchos años y la miraré con orgullo».

Más de cien años de historia

Era el año 1846 cuando un grupo de artesanos españoles abre un taller de pieles en la calle Lobo, en Madrid. Al principio, el taller creaba pequeños artículos de marroquinería, como bolsos, carteras, cajas para cigarrillos y joyas, y marcos.

Enrique Loewe Roessberg, un artesano de la piel alemán afincado en Madrid con gran visión comercial se queda impresionado por el buen hacer de los artesanos locales y la calidad de sus materiales y decide unirse a ellos en 1872. Así nace Loewe, una firma de lujo que matienea día de hoy intacta la creatividad de sus diseñadores y la artesanía del trabajo con la piel de los operarios españoles.

A final de siglo, la firma abre su primera gran tienda taller en la calle Príncipe de Madrid. Y en 1905 se convierte en proveedor oficial para la Corona Real española, un honor concedido por el Rey Alfonso XIII a la segunda generación de propietarios de la casa. Según cuenta la leyenda, Ernest Hemingway le regaló un bolso Loewe a Ava Gardner, lo que da la idea de la relevancia de la casa. En el año del 150 aniversario de la empresa, Loewe fue adquirida por el potente grupo LVMH. La empresa se moderniza entonces y abre una nueva fábrica en las afueras de Madrid. Desde entonces se catapulta como marca de lujo global líder. Ahora cambia de talento pero sigue fiel a sus principios de calidad y diseño.