¿Hay niños que nacen con dientes?: la curiosa dentadura natal

En la boca de un recién nacido normalmente no hay más que su lengua. Sin embargo en uno de cada 3.000 bebés se da un curioso fenómeno: llegan al mundo con dientes.

Casi siempre aparecen en la encía inferior, donde después aparecerán los incisivos centrales. Estos dientes tienen poca raíz y no son muy firmes, y aunque no lo parezca, los natales son distintos de los dientes neonatales, que suelen aparecer en los primeros 30 días después del nacimiento.

Pero estos nada tienen que ver con los futuros dientes de leche, o dentadura primaria, que brota de las encías entre el sexto mes de vida y los tres años. Según informa la Asociación Española de Pediatría no se conoce con exactitud el mecanismo que hace que los premolares, las paletas y los colmillos asomen por la piel que recubre la mandíbula a un ritmo determinado.

«La teoría más aceptada es que la producen los ligamentos que rodean la base del diente, mediante su encogimiento y el cruzamiento de sus fibras de colágeno y la contracción de sus células», explican los pediatras.

La aparición de los dientes natales y neonatales suele estar condicionada por factores genéticos, pero en otros niños pueden ser una manifestación de anomalías como paladar o labio hendido. Que se muestren en la encía no tiene implicaciones para la salud, más que cierto malestar para la madre al amamantar a su hijo.

Se dice que personajes del nivel del rey Luis XIV, Ricardo III, Napoleón, el cardenal Mazarino o el cardenal Richelieu nacieron con dientes. En el pasado, este fenómeno se asociaba con que el niño que poseía los dientes natales era favorecido por Dios o que eran magos. En el otro lado de la balanza, en países como Polonia, China o Indonesia se consideraba una monstruosidad o significado de un infortunio.