Ver una pantalla antes de dormir perjudica el sueño y el comportamiento de los niños, según un nuevo estudio
El uso excesivo de dispositivos por parte de niños en edad preescolar agrava otros problemas como la falta de atención o la hiperactividad
Los médicos holandeses se han visto cara a cara con un problema creciente en sus pacientes más pequeños: no duermen bien por la noche. Al día siguiente muchos están excesivamente cansados, y por ello a veces demasiado enérgicos, por no haber descansado lo suficiente por la noche.
Así las cosas, la asociación de pediatría del país, la AJN Jeugdartsen Nederland, está poniendo el foco sobre el que consideran uno de los causantes. «Mirar una pantalla justo antes de acostarse puede hacer que les resulte mucho más difícil tener sueño», afirma la pediatra Margreet Harskamp. Ella misma explica que es necesario estar cansado para conciliar el sueño y dormir profundamente, pero «las pantallas interrumpen ese proceso».
El descanso nocturno es uno de los pilares del desarrollo cognitivo. De ello da pruebas un estudio del Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos, que ha constatado que dormir menos de nueve horas diarias se relaciona para los niños con más problemas de salud mental y de comportamiento. Este mismo análisis asoció reposar menos con un peor desarrollo de habilidades para tomar decisiones, resolver conflictos y aprender.
Una encuesta realizada por RTL Nederland ha revelado que el 12 % de los padres holandeses cree que a sus hijos les cuesta conciliar el sueño cada noche. Sin embargo, el 59 % de ellos no cree que el tiempo que pasen delante de una pantalla tenga nada que ver, ni siquiera que tenga algún efecto en el sueño de los menores. Otro 12 % incluso dice que la luz de los dispositivos ayuda a sus niños a dormir mejor.
Por otro lado, sus datos también constatan preocupantes patrones de sueño en los menores. El 12 % de los progenitores afirman que sus descendientes tienen dificultades para conciliar el sueño y otro 25 % que se despiertan muy a menudo demasiado temprano.
Otra investigación, esta de la Universidad Normal de Shanghái, añade a los problemas de sueño que el uso excesivo de dispositivos por parte de niños en edad preescolar agrava otros problemas como la falta de atención o la hiperactividad. Sus hallazgos sugieren una relación entre el tiempo ante una pantalla y los síntomas emocionales.
«Aunque los niños puedan parecer inmóviles mientras usan un dispositivo, están procesando muchos estímulos», explica Harskamp, quien advierte además que el problema de la cantidad de tiempo que pasa un menor ante una pantalla antes de acostarse se agrava por la excitación que provoca en su cerebro jugar o ver vídeos. Así, aconseja a los padres que «los niños que pasan más tiempo al aire libre duermen mejor» , aunque para que se cumpla, según establece la pediatra, es necesario que haya una rutina de descanso constante.
