El emir de Dubái pinchó el teléfono de Haya de Jordania con Pegasus
Una sentencia del Tribunal Superior de Londres sentencia que Mohammed Bin Rashid usó la tecnología israelí para conocer los movimientos de su exmujer, de sus abogados y de su personal de confianza durante el juicio por el divorcio y la custodia de sus hijos
Un nuevo escándalo sacude el emir de Dubái. El Tribunal Superior de Londres ha concluido en la tarde del miércoles que el jeque Mohammed bin Rashid al Maktoum espió a su exmujer, la princesa Haya de Jordania, durante el proceso judicial por el divorcio y la custodia de sus hijos: Zayed y Al Jalila. Usó el software espía de origen israelí Pegasus para hackear los teléfonos de la princesa, sus abogados, la baronesa Fiona Shacketon y Nick Manners, su asistente y dos miembros de su personal de seguridad. La finalidad era conseguir información relevante para utilizar en el juicio contra la princesa, que huyó a Reino Unido con sus hijos en 2019 para escapar de la jaula de oro impuesta por el emir.
Aunque el emir de Dubái ha negado cualquier tipo de vinculación con esto, al Tribunal no le cabe la menor duda de las sucias maniobras que llevó a cabo. Además de suponer un abuso de poder, «son infracciones en serie del derecho penal nacional en violación del derecho consuetudinario fundamental y los derechos del Convenio Europeo de Derechos Humanos». Se conoce que el teléfono de la princesa fue pirateado hasta en once ocasiones, consiguiendo más de 250 megabytes de datos, lo que equivale a más de un día de grabaciones de voz o 500 fotografías.
La princesa Haya de Jordania, su sexta esposa, ya conocía de lo que era capaz su exmarido, de ahí que huyese a Londres. Desde entonces teme por su vida y por la de sus hijos pequeños. Cree que es capaz de cualquier cosa y no le falta razón. Prueba de ello es que el emir de Dubái también intentó comprar una propiedad en Surrey, muy próxima a la casa de su exmujer en Castlewood. Además ha recibido amenazas de gente cercana al emir. El Tribunal no le ha quitado razón a la princesa y entiende que su temor está totalmente justificado y más después de quedar acreditado que fue el responsable de secuestrar a dos de sus hijas mayores, las princesas Shamsa y Latifa.
Según expone el Daily Mail, estas nuevas informaciones ponen en una aprieto a la Reina Isabel II por la amistad que mantiene con el emir de Dubái. Por el momento habrá una reunión de Gobierno para investigar a fondo lo sucedido.
Amenazada de muerte
Fue en marzo de 2020 cuando Haya de Jordania, hija del fallecido rey Husein de Jordania, consiguió ganar el primer asalto al emir. Un tribunal dio como probadas las acusaciones contra él por secuestro, tortura e intimidación a mujeres de la familia. La princesa había huido a Reino Unido después de que el emir la repudiase en 2019 como consecuencia de una supuesta relación con su guardaespaldas y el interés que mostró en la situación de dos de las hijas de emir, quienes denunciaban que habían sido secuestradas. A partir de ahí, todo fueron amenazas de muerte. Llegó incluso a encontrarse una pistola en su almohada sin el seguro puesto. Gracias a la ayuda de su medio hermano el rey Abdalá de Jordania consiguió un trabajo como secretaria en la embajada de Jordania y cuenta con inmunidad diplomática.
Todavía queda que el juez se pronuncie sobre la custodia de los hijos que comparten, aunque está claro que la cosa no pinta nada bien para el emir.