El búnker secreto de Kate Middleton y el Príncipe Guillermo: apto hasta para una guerra química
Los duques de Cambridge disponen de una habitación del pánico y un túnel secreto en su casa para casos de emergencia
Kate Middleton y el Príncipe Guillermo están preparados para todo, especialmente en estos complicados momentos que estamos viviendo a raíz de la invasión de Ucrania por parte de Rusia. Los duques de Cambridge viven en el Palacio de Kensington junto a sus tres hijos –George, Charlotte y Louis– en una residencia que comparten con otros miembros de la Familia Real británica, ya que también viven ahí los duques de Gloucester y los duques de Kent. Cada familia tiene su propio lugar dentro del palacio, Guillermo y Kate se alojan en el apartamento 1ª, el más mediático dada la popularidad de los duques de Cambridge. Este apartamento tiene dos dormitorios principales en la planta baja, mientras que en los pisos superiores reside el personal de servicio como María Teresa, la niñera de los pequeños a tiempo completo.
Aunque no hay imágenes de la habitación del matrimonio, en el año 2016 los Obama visitaron el Palacio de Kensington y gracias a las fotografías que se hicieron en su interior pudimos disfrutar el salón de la familia. Un espacio muy acogedor con muebles clásicos e iluminación cálida donde predominaban los tonos neutros, en cuanto a la decoración se pueden ver algunos cuadros y fotografías que combinan a la perfección con el estilo del resto de la estancia. Un estilo que nada tiene que ver con el de la habitación de sus tres hijos, que fue amueblada con productos de Ikea. El hogar familiar tiene un total de 20 habitaciones repartidas en cuatro plantas que fueron completamente reformadas por 14 millones de euros, y que los duques de Cambridge y sus hijos pueden disfrutar desde el año 2012.
Tras el 11-S, la Casa Real británica mandó construir refugios aptos para afrontar guerra química, atómica y bacteriológica en los palacios de Buckingham y Windsor
Un apartamento con 20 habitaciones es algo llamativo, pero lo más curioso del hogar familiar es los secretos que esconde. William y Kate disponen de cinco salas de recepción, varios vestidores, tres dormitorios principales, guardería 24 horas y la guinda del pastel, un túnel secreto y una habitación del pánico. Se trata de una habitación con un sistema de filtración de aire, protección contra la guerra biológica y un túnel de escape para emergencias, un pequeño búnker al alcance de muy pocos. Según los especialistas, las salas de pánico reales están pensadas para soportar gases venenosos, ataques terroristas e incluso el impacto de una bomba, además están equipadas con comunicaciones completamente seguras, camas para el descanso de la familia real, lavadora y comida y agua para poder pasar allí hasta una semana sin ningún problema.
La Familia Real británica mira mucho por su seguridad. Tras los atentados del 11 de septiembre de 2001, mandaron construir refugios antinucleares para afrontar guerra química, atómica y bacteriológica en los palacios de Buckingham y Windsor. En aquel momento había alarma terrorista a nivel mundial y toda previsión era bienvenida, aunque en el caso de Isabel II la previsión se elevó a su máximo exponente. A pesar de la seguridad en ambos palacios, lo cierto es que los intentos de entrar en Windsor o Buckingham son habituales, el caso más conocido fue el de Michael Fagan, un joven de 30 años que accedió sin problemas al dormitorio de Isabel II y estuvo charlando con ella durante diez minutos. Afortunadamente la Reina consiguió avisar a sus guardias y todo quedó en un susto.