Muere el tenor Bernabé Martí, el hombre a la sombra de la gran Montserrat Caballé
El artista ha fallecido a los 93 años en su casa de Barcelona
Villarroya de la Sierra (Zaragoza) está de luto después del triste fallecimiento de su distinguido vecino Bernabé Martí, nacido hace 93 años en la localidad fruto del amor de un matrimonio de campesinos. El que empezó a trabajar como pastor de cabras cuando tan solo era un niño pronto despuntó por su voz. Cantó en el coro de su pueblo animado por el párroco y comenzó a estudiar en el Conservatorio de Madrid antes de trasladarse a Italia para seguir con su formación. Fue el 12 de octubre de 1956 cuando debutó en el Teatro Principal de Zaragoza con su prodigiosa voz aunque no fue hasta que conoció a Monserrat Caballé, con la que se casó en 1964, cuando se le abrieron las puertas de los grandes teatros de todo el mundo.
Su historia de amor se forjó en La Coruña, ciudad en la que la cantante lírica estaba ensayando Madame Butterfly. Sus caminos se cruzaron después de que Caballé sugiriese su nombre como sustituto de un tenor que había enfermado tras haberle oído cantar. «Hicimos la función, bajó el telón y al final del primer acto, oí una voz que decía: 'Hacia la caseta. Hacia la caseta'. Y allí nos quedábamos dándonos un beso. Un beso largo, impresionante. Ocho meses después estábamos casados. ¡Lo que es el destino!», confesó Martí en una entrevista hace un par de años en El Heraldo.
Aunque la química fue más que evidente desde que se conocieron, el tenor no quería casarse con ella porque, como dijo, «no tenía un real»: «Vivía casi de limosna en casa de Miguel Fleta hijo». Pero hubo boda y qué boda. El 14 de agosto de 1964 medio mundo retransmitió su «sí, quiero» en el Monasterio de Santa María de Montserrat, en Barcelona, ante la atenta mirada de relevantes personalidades de la música y familias de la aristocracia catalana.
Fruto de sus 56 años de amor, que solo separó la muerte de la cantante en octubre de 2018, nacieron sus dos hijos: Montserrat Martí y Bernabé Martí Jr.. Mientras que del varón se sabe menos, de Montsita -como así se la conoce- sí se tienen más datos por seguir los pasos de sus padres en la ópera.
Los años posteriores a la muerte de su esposa no fueron nada fáciles para Martí, que confesó: «Tengo la sensación de que no se ha ido. Que sigue por ahí, en su habitación. Ella fue siempre de una gran categoría humana. No la puedo olvidar». Ahora ya están de nuevo juntos.