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El obstáculo que Almeida puso a Teresa Urquijo en sus primeras citas
La inicial desconfianza del alcalde no ayudó a que la relación fraguase
Dos meses quedan para que uno de los solteros de oro de la sociedad madrileña cuelgue el mencionado título. José Luis Martínez-Almeida parece decidido a abandonar su fama y pasar por el altar con la joven de recio abolengo, Teresa Urquijo. Será el próximo 6 de abril en El Canto de la Cruz, una finca de Colmenar Viejo que pertenece a los abuelos maternos de la novia, Teresa de Borbón-Dos Sicilias e Íñigo Moreno de Arteaga, marqueses de Laserna.
Una gran terraza situada en la parte de atrás de la casa principal acogerá la celebración, a la que podría asistir incluso el Rey Juan Carlos, dado el vínculo familiar entre la abuela de Teresa y el monarca. Los que no faltarán serán compañeros del Partido Popular, amigos íntimos y familiares de los contrayentes, que, a juzgar, por la pedida de mano realizada el día 27 de enero, es extensa por ambas partes. Tan solo Almeida tiene cinco hermanos y 17 sobrinos.
Ambas familias están encantadas con la noticia, que comunicaron de forma oficial el 24 de diciembre, aunque, tal y como adelantó El Debate, el compromiso se produjo meses antes. Ejemplo de la discreción que siempre abanderan es que poco o ningún detalle se conoce de la buena nueva más que los ya aportados.
Los que sí están aflorando, poco a poco, son los pormenores de cómo surgió su relación. «Su amor se ha cocinado a fuego lento. El alcalde es un hombre de decisiones meditadas y de ir sobre seguro. Y así ha sido con Teresa», señalaron amigos íntimos a principios del mes de junio de 2023. La pareja no quiso hacer pública su relación hasta entonces para que no desviar el foco de la campaña electoral.
Su primer encuentro se produjo meses antes, en febrero, cuando coincidieron en la feria de arte contemporáneo FLECHA. Pasaron unos días y volvieron a coincidir en un desayuno de la consultora Atrevia, donde se produjo entre ellos una larga y distendida conversión que despertó el interés de la joven de 27 años. Se encontraron una vez más en el Mutua Madrid Open y, tal y como revela Federico Jiménez Losantos en su programa, «ella fue a por él porque le gustaba horrores».
Sin embargo, Almeida se mostró reacio al principio. «Él rehuía porque había tenido alguna experiencia que conocemos de alguna guapa que lo quiso por divertirse, por ser famoso, y por contarlo después», explicaba Beatriz Cortázar ante los micros de Losantos. Un detalle que corroboraba después la subdirectora del espacio, Isabel Jiménez, quien confesó que Almeida no veía del todo claro el romance al principio y «le dio a ella el correo oficial de la secretaria».
«La siguiente vez que se ven, ella le reprochó eso. ´Ah, bueno, dijo él´», explicó Federico en esRadio. «Y solo cuando él ve que va en serio a por él, es cuando dice: pues tómalo. Pero tuvo que insistir ella. Almeida se refugió primero en la burocracia municipal», comentó sobre la inicial desconfianza del alcalde. Poco tardó en darse cuenta de la compatibilidad que había entre ellos, dado que tres meses después de empezar a salir ya estaban comprometidos.
Cortázar explicó una anécdota en relación a la urgencia de la pareja de contraer matrimonio. «Hay una cosa que ella tenía muy claro: puede ser un comentario hasta jocoso entre amigos, pero ella no quiere que el papá de sus hijos fuera cincuentón. Y así ella se casa con uno de 49».
La periodista añadió que «ella es mucho más joven que él, pero tiene las ideas más claras en ciertos asuntos». Como mucha gente de su entorno apunta, no parece que entre ellos haya una diferencia de edad de 22 años. «Ella es inteligente, cercana y da la sensación de que conoce a José Luis de toda la vida. Y tiene un saber estar apabullante, se nota aunque sea en pequeños detalles, que es una Borbón-Dos Sicilias. Están absolutamente compenetrados», concluyen fuentes cercanas al político.