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Así es el pazo de Aián, el palacio de 3 millones que Marta Ortega tiene en La Coruña
Está situado en el municipio de Cambre y posee una extensa finca de 16.000 metros cuadrados
La proximidad con el pazo de Ancéis, donde sus padres, Amancio Ortega y Flora Pérez, tienen su segunda residencia inclinaron la balanza para que Marta Ortega terminase comprando otra casa señorial de la zona, el pazo de Aián. A apenas tres kilómetros de distancia, la heredera del imperio lograba así su anhelada respiro de la vida cosmopolita en la Dársena del puerto de La Coruña. Un barrio en el que abundan, además, numerosos edificios oficiales como la Autoridad Portuaria o la Subdelegación del Gobierno, además de tener las clásicas casas con galerías.
Con esta operación inmobiliaria, Ortega reforzaba también sus vínculos y raíces en Galicia, sobre todo cuando pasa cada vez más tiempo en la capital. La hija menor del dueño de Zara también es propietaria de un piso en plena milla de oro madrileña, una exclusiva vivienda que cuesta alrededor de 4 millones de euros y que la convierte en vecina de Rafa Nadal.
En cambio, el conjunto arquitectónico situado en Sigrás, en el municipio de Cambre, está rodeado de un alto muro de piedra y una gran arboleda que convierten al pazo en el mejor refugio alejado de miradas curiosas. Aunque son pocos los que han podido acceder a él, se sabe que tiene, al menos, tres edificios distintos. El principal, de planta rectangular, ocupa alrededor de 1.000 m² con una decena de habitaciones y salones.
Otra edificación es la llamada Casa del jardín, que mide 300 m² dispuestos en dos plantas. Y, por último, la casa destinada originariamente a los caseros, que ocupa 200 m² de parcela. También dispone de una pequeña capilla de influencia neorrománica. La propiedad, que se encuentra rodeada por un grueso muro de piedra, cuenta con unos majestuosos jardines en los que originariamente hubo plantados árboles frutales y un huerto, y también posee un pequeño estanque y cocheras.
El pazo encierra, además, mucha historia entre sus muros, aunque difiere en función de la fuente a la que se pregunte. Algunos aseguran que fue levantado en el siglo XVI, hasta que, a principios del siglo XX cayó en manos de Amalia Torres Sanjurjo. Aprovechando la capilla de la propiedad se casó allí con Pedro Barrié de la Maza, primer conde de Fenosa y con el que no tuvo descendencia. Motivo por el que, a su muerte, se legó a su sobrina, que, a su vez, se lo dejó a su hija. Fue esta última quien decidió ponerlo a la venta y deshacerse de él.
Otros, en cambio, defienden que fue propiedad del general franquista Juan Castañón de Mera y, antes de él, de Herminia Borrell Feijoo, hija de gallegos que hicieron fortuna en Cuba y cuya vida rompió los moldes de la sociedad burguesa de la época: fue presidenta de honor del Deportivo de La Coruña y la primera mujer en sacarse el carné de conducir.
Su precio de venta llegó a alcanzar los cinco millones de euros, aunque se calcula que la operación se cerró finalmente por tres. La propiedad se adquirió en febrero de 2022 y, en principio no iba a recibir ninguna reparación por parte de la propietaria. Sin embargo, en septiembre de 2023, las obras comenzaron para adecuar el pazo a las necesidades y gustos de Marta Ortega y Roberto Torreta, con el objetivo de que convirtiese en el lugar ideal para pasar largas temporadas junto a sus hijos.