La primera gran reforma social del siglo XX en España sucedió durante la dictadura de Primo de Rivera
Durante la dictadura se planteó el voto femenino, pero no todos en el directorio militar estaban de acuerdo. Al final se llegó a un consenso: «que voten aquellas que no estén atadas a marido o madre»
Senador, viudo y formal, así describen a Miguel Primo de Rivera sus biógrafos, no confundir con José Antonio. Que le caía mal Unamuno y que era un gran admirador de Mussolini, aunque no era recíproco, es lo que dice Alberto Barea en La forja de un rebelde, sobre Primo de Rivera. Más allá de la anécdota, era un militar liberal, marqués de Estella y regeneracionista que dio un golpe de Estado en septiembre de 1923 para establecer en España un gobierno militar que empezó bajo el paraguas de la Constitución de 1876, pero que pronto se convirtió en una a dictadura sin tiranía. Este periodo también trajo consigo una serie de reformas sociales y económicas que trasformaron el país en muy poco tiempo.
Lo primero que hizo el nuevo directorio militar fue destruir la administración anterior. Miguel Primo de Rivera era partidario de la regeneración del régimen. Buscó acabar con el caciquismo y para conseguirlo suspendió todos los ayuntamientos, sustituyéndolos por vocales asociados que conformaban una junta asesora. Hizo lo mismo con los gobernadores civiles, que pasaron a ser militares, aunque a principios de 1925 nombró también a civiles.
Al frente de esta nueva administración colocó a un joven José Calvo Sotelo, abogado del Estado y maurista, que fue nombrado director general de la Administración Local. Defendía que la propiedad debía tener un uso social, llegando incluso a la expropiación, y siguiendo esa premisa elaboró el Estatuto Municipal junto a otros colaboradores como Gil Robles y Flores de Lemus, en marzo 1924. El texto ofrecía una gran libertad de organización a los municipios, ampliando sus competencias y autonomía.
Del voto femenino a la reforma obrera
En este contexto de reforma, Calvo Sotelo planteó el voto femenino, pero no todos en el directorio militar estaban de acuerdo. Al final se llegó a un consenso: «que voten aquellas que no estén atadas a marido o madre». Además, se planteó que todo colegio electoral tuviera una cabina para que el votante pudiera ejercer su derecho de forma secreta y cada papeleta debería ir en un sobre independiente.
El sistema de elecciones sería proporcional para que en los ayuntamientos hubiera concejales de otras formaciones como ejercicio de control, además una parte de los concejales se elegirían por sufragio universal mientras otros lo serían por elección corporativa, es decir, personas que representasen a organizaciones del ámbito local, como patronales, sindicatos o cofradías. A pesar de los cambios que se aplicaron a esta administración local, en las elecciones en 1931 que dieron paso a la Segunda República, no pudieron votar las mujeres, algo que criticó Calvo Sotelo.
Día Internacional de la Mujer
El estatuto de Primo de Rivera que concedió el voto a las mujeres en 1924
En 1925 se constituye el Directorio Civil, con siete ministros civiles y dos militares. Fue un periodo de bonanza generalizada en toda Europa, y en España los salarios estuvieron al alza y había pleno empleo. La estructura social española se modernizó. Durante la dictadura de Primo de Rivera, por primera vez en la historia de España, la población dedicada al sector agrario representó menos del 50 % del total, y creció el número de trabajadores dedicados a la industria y los servicios.
Los ministros de Primo de Rivera implantaron una serie de planes de industrialización, construcción de infraestructuras y varias reformas agrarias, como la creación de Confederaciones Hidrográficas, en 1926. Durante este periodo, la tasa de analfabetismo disminuyó gracias a la construcción de nuevas escuelas y la aprobación de leyes como la Ley de Universidades. Todas estas medidas, entre otras, provocaron el aumento de la clase media y que el número de contribuyentes pasó de 417.00 en 1923 a 680.000 en 1928.
Estos son solo algunos de los cambios que se sucedieron durante la dictadura de Miguel Primo de Rivera, quedan muchos sin comentar, pero sirve a nivel histórico, de muestra para conocer que a principios del siglo XX en España se produjo una trasformación social que rompió con parte del sistema previo, y marcó, en algunos aspectos, el camino a seguir para otras reformas posteriores que tienen su origen en la década de los veinte.