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Mette-Marit, Haakon y la alcaldesa de Kongsberg, Kari Anne Sand.

Mette-Marit, Haakon y la alcaldesa de Kongsberg, Kari Anne Sand.EFE

Matanza en Kongsberg

Noruega despide con un funeral a las víctimas del ataque con arco y flechas

La princesa heredera Mette-Marit y el príncipe heredero Haakon asisten a los actos religiosos

La princesa heredera de Noruega Mette-Marit, el príncipe heredero Haakon y la alcaldesa de Kongsberg, Kari Anne Sand, han asistido este domingo al funeral por las víctimas de la matanza perpetrada por Andersen Brathen.

Este ciudadano noruego asesinó a cinco personas el pasado miércoles, valiéndose de un arco y unas flechas.

Pierde fuerza la hipótesis islamista

La Policía noruega ha expresado sus dudas de que el autor del ataque sea un musulmán converso, como primeramente se especuló.

«Él mismo ha dicho que se convirtió al islam. Es una hipótesis, pero también lo es que no se convirtiera. Por el momento, la investigación apunta a que, si acaso, no lo hizo de forma seria», declaró el inspector Per Thomas Omholt.

Omholt aseguró que el autor de la matanza estaba bajo el radar de los servicios de inteligencia noruegos y que por lo observado se dieron cuenta que no seguía «las tradiciones comunes de esa cultura y religión», lo que hizo que la hipótesis de un atentado islamista se debilitara.

Funeral en Noruega.

Funeral en Noruega.EFE

Los cuerpos policiales han apuntado en la dirección de una enfermedad mental por parte del agresor. Brathe lleva dos días ingresado en un centro psiquiátrico y no ha sido interrogado desde entonces.

Desde el momento que fue detectado el pasado miércoles, el hombre aprovechó la media hora que pasó hasta su detención para matar a cuatro mujeres y hombre y herir a tres personas más, que ya han recibido el alta. La Policía cree que actuó solo y que eligió a sus víctimas al azar.

El papa condena «la violencia»

El papa aseguró que este ataque, junto a los atentados de los últimos días en Inglaterra y Afganistán, son «una derrota para todos».

Al término del rezo del Ángelus en la plaza de San Pedro del Vaticano, el sumo pontífice tuvo un recuerdo para las víctimas que perdieron la vida en el ataque de Kongsberg, así como las del ataque contra una mezquita chií en el sur de Afganistán, que causó al menos 60 fallecidos, y el asesinato del diputado británico David Amess.

«Ruego, por favor, que se abandone la vía de la violencia, que es siempre una perdedora y una derrota para todos».

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