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10 de septiembre de 2024

Farmer Domingo Diaz prepares his cows to be milked at his home in Batabano, Mayabeque province, Cuba, on January 19, 2022. - Milk, one of the many products which Cuba is short of, has to evade the US blockade, make a transatlantic journey and then skip the economic distortions of the island to finally get to Cubans' tables. (Photo by YAMIL LAGE / AFP)

Domingo Diaz prepara la leche ordeñada a las vacas en Batabano, Mayabeque YAMIL LAGEAFP

Las rutas de la leche se olvidan de Cuba por falta de pago

El régimen no tienen capacidad financiera para comprar y la industria nacional está arruinada

La leche, en polvo o líquida, casi ha desaparecido de las tiendas en Cuba. En La Habana y al menos cuatro provincias más, continuará la escasez por falta de «disponibilidad de financiamiento, de buques y de proveedores», reconoció la ministra de Comercio Interior, Betsy Díaz. Gran parte del lácteo que la isla consume proviene de países tan lejanos como Nueva Zelanda, que en 2020 exportó a la isla 18.470 toneladas de leche en polvo, seguida por Bélgica 6.628 y Uruguay 3.695, de acuerdo con cifras del sitio especializado Trade Map.

Datos oficiales de Cuba indican que en 2020 la isla produjo 455.000 toneladas de leche fresca. «Poca producción para toda la población» cubana de 11,2 millones de habitantes, estimó Ariel Londinsky, secretario General de la Federación Panamericana de Lechería, con sede en Montevideo.

Para La Habana sería fácil y barato traer este alimento de Estados Unidos, uno de los mayores exportadores del mundo y muy cerca de sus costas.

El Congreso estadounidense aprobó en 2000 la exportación de alimentos a la isla, a condición de que fueran saldados con anticipación, al contado y sin financiamiento. Pero para un país descapitalizado, mal administrado, con pocas divisas y sin acceso a crédito de organismos financieros internacionales, estas condiciones son difíciles de cumplir.

A man holds a bottle of milk he just bought in Batabano, Mayabeque province, Cuba, on January 19, 2022. - Milk, one of the many products which Cuba is short of, has to evade the US blockade, make a transatlantic journey and then skip the economic distortions of the island to finally get to Cubans' tables. (Photo by YAMIL LAGE / AFP)

Las vacas están escuálidas porque Cuba carece hasta de pienso para alimentarlas. YAMIL LAGEAFP

Esto explica que más de 10.000 contenedores con comida y bienes estén varados en diferentes puertos del mundo, aunque, de nuevo la versión oficial, lo atribuye a las dificultades logísticas globales que provocó la pandemia.

Ha empezado a faltar la cuota mensual de tres kilos de leche en polvo que reciben los menores. «Nos han quitado (de todo), vaya, estamos acostumbrados a que no viene pollo por un mes, pero la leche era intocable», dice Claudia Coronado, de 29 años y madre de dos niños de tres y siete años, mientras hace la cola afuera de una tienda del centro de La Habana, donde extrañamente a mediados de enero apareció el codiciado lácteo. «Tengo una niña de ocho años, ya le quitaron la leche», dice preocupada a su lado Jenny Mora, un ama de casa de 29 años que muchas veces la tiene que conseguir en el mercado negro a precios estratosféricos.

A woman pushes a cart with milk for neighbors amid the COVID-19 pandemic in Batabano, Mayabeque province, Cuba, on January 19, 2022. - Milk, one of the many products which Cuba is short of, has to evade the US blockade, make a transatlantic journey and then skip the economic distortions of the island to finally get to Cubans' tables. (Photo by YAMIL LAGE / AFP)

Las colas para lograr leche, cuando aparece en Batabano. YAMIL LAGEAFP

El establecimiento en el que esperan solo vende en moneda extranjera. Una bolsa vale 6,30 dólares, un caro precio para muchos cubanos que consiguen la divisa en el mercado informal y cuyo salario promedio es de 3.934 mensuales (163 dólares) «Si tú (gobierno) no tienes divisas para importarla (leche), si tú no estimulaste al productor nacional», entonces, el campesino la «vende en el mercado informal, pero al no vendérsela al Estado, el Estado» no puede distribuirla a la población, explica el economista cubano Omar Everleny Pérez.

Farmer Domingo Diaz strains milk after milking his cows at his home in Batabano, Mayabeque province, Cuba, on January 19, 2022. - Milk, one of the many products which Cuba is short of, has to evade the US blockade, make a transatlantic journey and then skip the economic distortions of the island to finally get to Cubans' tables. (Photo by YAMIL LAGE / AFP)

Los que llegaron a tiempo pudieron comprarle a Domingo Diaz reservas de leche YAMIL LAGE)AFP

En la provincia de Mayabeque, Domingo Díaz, un campesino de 79 años, asegura que el embargo (parcial) tiene «un noventa y pico por ciento» de culpa, pero también recrimina a su gobierno. «El tema de la leche está afectando a todo el mundo, a mí mismo me tienen loco», afirma, y se queja de que no hay pienso para alimentar al ganado ni los insumos para que las vacas generen leche. El gobierno ha tratado de hacer su parte comprando a mejor precio la leche a los productores «porque hubo un tiempo que no valía la pena» producir, dice Domingo, mientras ordeña una vaca flaca y a la espera de mejores tiempos.

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