Los auténticos amigos de Putin en la ONU

En la Asamblea General de la ONU, Alemania se posicionó muy decididamente: La ministra de Asuntos Exteriores, Annalena Baerbock, de los Verdes, viajó exprofeso a Nueva York para garantizar -como dijo- en la sesión extraordinaria de emergencia de la Asamblea General que tantos estados como sea posible «muestren sus colores». Para Baerbock esta claro que «cuando se trata de guerra y paz, quedarse fuera no es una opción».

Sin embargo, decenas de gobiernos, algunos poderosos no se pronunciaron en contra, once miembros se quedaron fuera y 35 se abstuvieron.

Vladimir Putin contó con el apoyo de cuatro países, además del suyo, que «no han condenado» la guerra de ocupación iniciada en Ucrania. Han sido: la Federación Rusa y Bielorrusia (que son los países invasores), Eritrea, Corea del Norte y Siria quienes se han puesto del lado de la ofensiva rusa.

Otros doce países no acudieron a esta Asamblea extraordinaria: Azerbaiyán, Burkina Faso, Camerún, Guinea, Guinea-Bisáu, Guinea Ecuatorial, Marruecos, Togo, Turkmenistán, Uzbekistán y Venezuela.

Se abstuvieron 35 países, en esta votación (por orden alfabético): Argelia, Angola, Armenia, Bangladesh, Bolivia, Burundi, China, Congo, Cuba, El Salvador, Guinea Ecuatorial, India, Irán, Iraq, Kazajistán, Kirguistán, Laos, Madagascar, Mali, Mongolia, Mozambique, Namibia, Nicaragua, Pakistán, República Centroafricana, Senegal, Sudáfrica, Sudán del Sur, Sri Lanka, Sudán, Tanzania, Tayikistán, Uganda, Vietnam, Zimbabue.

El resto, 141 países de los 193 representados en la asamblea general, aprobaron la resolución que aun no vinculante e ineficaz resulta muy significativa y «deplora» la ofensiva militar de Rusia e insta a un inmediato cese de hostilidades. Estos 141 estados pidieron a Moscú que «retirara de inmediato, completa e incondicionalmente todas las fuerzas militares del territorio ucraniano dentro de sus fronteras internacionalmente reconocidas».

La lista de países amigos de Rusia

Solo un sucinto análisis de esta Asamblea extraordinaria.

Los países beligerantes:

-Bielorrusia: Estaba claro que Bielorrusia votaría en contra de la resolución de la ONU. Aleksander Lukashenko, como hemos apuntado en estas páginas, ha sido desde el minuto 0 de esta crisis el cooperador necesario de Putin. Depende de Moscú para mantenerse en el poder y ahora es considerado el aliado más cercano de Vladimir Putin. Las tropas rusas están marchando hacia Ucrania desde Bielorrusia, contando desde el comienzo con tropas bielorrusas que intervinieron en los combates, según fuentes ucranianas. Además, están disparando misiles contra el país vecino, desde allí. Lukashenko miembro del Partido Comunista de la Unión Soviética hasta 1991, lideró el movimiento Comunistas por la Democracia y aunque se camufla como independiente en un movimiento populista, es el más claro vestigio de socialismo totalitario.

-Eritrea: En este país de África Oriental su mandatario, Isaias Afewerki, líder del Frente Popular por la Democracia y la Justicia (FPDJ) y desde aquel entonces único partido político legal en Eritrea y se sostiene en una estrecha cooperación con Rusia y con China. Este dictador lidera, desde 1993, un régimen totalitario, pues el FPDJ aglutina Comunismo, Maoísmo y nacionalismo de extrema izquierda y es responsable de violaciones sistemáticas de los derechos humanos y se le atribuyen contra la humanidad. Ha alimentado, además, sucesivos conflictos militares con los países vecinos.

-Corea del Norte: Junto con China, Rusia es el partidario más importante de Pyongyang. Estamos ante la República Socialista más totalitaria y extrema, gobernada por Kim Jong-un su actual Lider Supremo. Quien tiene una deuda con Rusia pues, en el Consejo de Seguridad de la ONU, utilizando su veto para evitar nuevas sanciones contra Corea del Norte. Moscú también está ayudando económicamente al país, que ya está tan aislado que no tiene que temer ninguna desventaja por decir «NO». Corea del Norte, por supuesto, culpa a Estados Unidos por la guerra en Ucrania.

-Siria: Bashar al-Assad (comandante supremo del ejército árabe sirio y líder del Partido Baaz Árabe Socialista) es uno de los más fervientes partidarios de Vladimir Putin en su invasión de Ucrania, sobre todo porque el gobernante sirio le debe total vasallaje a su patrón ruso que la salvó la vida y el gobierno y le ha permitido defender sus dominios en el campo de batalla, desde el inicio de la guerra civil siria. A cambio, Putin no solo recibe el apoyo incondicional de Damasco, sino que el ejército ruso mantiene bases militares en Siria muy relevantes para este conflicto de Ucrania. Estaba muy claro, desde el principio, que Siria también votaría en contra de la resolución de la ONU.

Como podemos comprobar estamos ante «lo mejorcito de cada casa» en la política internacional. A ellos podemos añadir a buena parte de quienes no acudieron o quienes se han abstenido en esta Asamblea de la ONU.

Entre los ausentes: La Venezuela de Maduro, y otras repúblicas presidencialistas o populares de esas que Putin tanto ha hecho proliferar en los últimos tiempos (de poco si no lo consigue con nuestra Cataluña).

Entre las abstenciones: comenzando por China podemos encontrar pocos amigos de la democracia y las libertades; eso sí muchos, demasiados, todos: comunistas, neocomunistas y populistas de extrema izquierda.

Tantas de estas «repúblicas independientes de su casa» que no son, ni más ni menos, que los auténticos amigos de Putin.