200 bebés muertos en 20 años: denuncian malos cuidados en un hospital británico
Con mejor atención al paciente, y más supervisión a los recién nacidos, se habrían evitado 210 muertes y más de 100 daños graves
Los titulares lo califican como el «mayor escándalo de maternidad» de la sanidad pública británica.
No exageran; una investigación independiente recientemente publicada reveló que los malos cuidados en un hospital público provocaron la muerte de 201 bebés y nueve madres en 20 años.
Además, la mala gestión del personal médico causó daños irreversibles a muchos otros bebés, que sufrirán el resto de sus vidas.
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En 2016, el entonces ministro de Sanidad británico, Jeremy Hunt, encargó a la comadrona Donna Ockenden que examinara las prácticas del departamento de maternidad del hospital Shrewsbury and Telford NHS Trust, cercano a la ciudad de Birmingham.
Tras seis años de investigación, Ockenden descubrió que las muertes de los bebés quedaban, en muchas ocasiones, sin investigar, y señaló que se repetían constantemente fallos en la atención al paciente.
Además de las 210 muertes, de madres y bebés, hubo 29 casos en los que recién nacidos sufrieron graves heridas cerebrales, y 65 incidentes de parálisis cerebral.
La evaluación desveló cientos de casos en los que los sanitarios no se tomaron en serio accidentes graves, o en los que las muertes se olvidaron sin investigación posterior.
Tampoco vigilaban como es debido a los recién nacidos. Las familias de los bebés fallecidos no tenían acceso a las evaluaciones y, a menudo, el personal médico responsabilizaba a las madres de las muertes de sus hijos.
[Mi bebé] murió por falta de oxígeno. Eso no habría pasado si me hubieran atendido nada más llegar
Embarazada, Steph había acudido al Shrewsbury and Telford Trust con fuertes dolores.
Nada más llegar, explicó a las enfermeras que, en un embarazo previo, sufrió un desprendimiento de placenta, y estaba preocupada.
Tras esperar durante 45 minutos, la comadrona intentó mandarla de vuelta a casa, antes de darse cuenta de que Steph estaba teniendo un nuevo desprendimiento.
«[Sophiya] murió por falta de oxígeno», explicó la madre. «Eso no habría pasado si me hubieran atendido nada más llegar».
Muchas de las muertes se deben, según el informe, a que la cultura del hospital favorecía los partos naturales. En otra entrevista con Sky News, Hayley Matthews compartió su experiencia en el hospital, que resultó en la muerte de su hijo recién nacido, Jack, en 2015.
«Les pedí, en varias ocasiones, que lo sacaran por cesárea», explicó la madre, vecina de la zona de Telford.
Durante el parto, el hombro de Jack se atascó. Para cuando lograron sacarlo, su corazón llevaba 15 minutos sin latir.
Los médicos pudieron resucitarlo, pero el niño «no respondía a los tratamientos», y murió 11 horas después.
«Me dijeron que no podían hacer nada más», lamentó Hayley. Con el tiempo, explica, se dio cuenta de que lo sucedido formaba parte de un 'patrón' del hospital de Shrewsbury.
Su caso es uno de los 23 acontecimientos sospechosos que hicieron sonar las alarmas en 2016, cuando el ministerio de Sanidad pidió a Donna Ockenden que investigase el ala de maternidad del Shrewsbury and Telford Trust.
Al publicarse el trágico informe, Sajid David, ministro de Sanidad, emitió una disculpa pública a la Cámara de los Comunes.
«Confiamos nuestros cuidados a la NHS [National Health Service, sanidad pública británica], cuando estamos en nuestro momento más vulnerable. A cambio, esperamos los mejores cuidados», declaró el Ministro.
«Pero cuando no se cumplen las condiciones, hay que actuar con rapidez, y los fallos de atención y compasión que se denuncian en ese informe no caben en la NHS. Me disculpo ante todas las familias que han sufrido tan gravemente».