Cumbre del G20
Biden y Erdogan se ven las caras en Bali en medio de la resaca diplomática entre Turquía y EE.UU.
Erdogan no ha querido dejar pasar la oportunidad que le ofrecía el escenario de la cumbre del G20, en Bali, para mostrar una nueva imagen que ilustre su creciente poder e influencia en la esfera mundial.
En un aparte durante la cumbre celebrada en la isla indonesia, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, se reunió con el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, en un momento de especial tensión entre ambos países.
A la ya endémica desconfianza entre ambos aliados de la OTAN por la equidistancia turca en el conflicto ucraniano, las relaciones entre Turquía y Estados Unidos han empeorado en los últimos días después de que Erdogan acusara Washington de ser corresponsable del atentado que el pasado domingo dejó seis muertos en Estambul.
El presidente turco argumentó su denuncia en el apoyo que Estados Unidos da a las milicias kurdas sirias e iraquíes, a las que responsabilizó del atentado, para luchar contra la expansión de los grupos terroristas yihadistas en ambos países.
La agencia oficialista turca, Anadolu, fue la primera en confirmar el encuentro entre los dos líderes y explicó que iban a tratar «temas bilaterales y regionales», sin dar más detalles, informó Efe.
La Casa Blanca no había informado con antelación del encuentro, como suele hacer en otros casos, pero ofreció detalles de su contenido en un comunicado posterior.
Según la Casa Blanca, Biden ofreció sus condolencias por el atentado y dejó claro que Estados Unidos está del lado de Turquía, aliado de la OTAN.
Asimismo, el mandatario estadounidense agradeció a Turquía sus esfuerzos para abrir el corredor que permite exportar grano ucraniano por el mar Negro, que expira el 19 de noviembre, plazo que se intenta posponer desde Bali.
Al respecto, tanto Erdogan como Biden coincidieron en que esa iniciativa ha sido esencial para mejorar la situación de inseguridad alimentaria que vive el mundo por la guerra en Ucrania, detalló la Casa Blanca.
La reunión se produce después de que el gobierno turco rechazara ayer las condolencias ofrecidas por Washington por el atentado con bomba del domingo, en el que 81 personas resultaron heridas.
«No aceptamos las condolencias de la embajada estadounidense. Tenemos que cuestionar nuestra alianza con un Estado que desde su propio Senado manda dinero a Kobani y alimenta la región terrorista», dijo el ministro del Interior turco, Süleyman Soylu.
Turquía acusa del atentado a las milicias sirias de Turquía YPG y a su rama política PYD, del atentado.
Las autoridades turcas consideran que esas organizaciones y el PKK, la guerrilla kurda activa en Turquía, son ramas regionales de la misma organización terrorista.
Estados Unidos y la Unión Europea clasifican al PKK como organización terrorista, pero no al YPG, aliada de Estados Unidos en la lucha contra el Estado Islámico en Siria.
Otros temas conflictivos son el apoyo de Estados Unidos a Grecia, donde ha ampliado su presencia militar, y Chipre, a la que ha levantado el embargo de armas, así como las condiciones impuestas a Ankara para venderle aviones de combate F-16.
Durante su participación en el G20, Erdogan se ha reunido con los presidentes de Francia, Emmanuel Macron, e Indonesia, Joko Widodo, y con el príncipe heredero de Arabia Saudí, Mohamed bin Salmán.