Mundial Qatar 2022 Periodistas israelíes denuncian acoso en el «Mundial del odio»
Raz Shechnik se encuentra en Qatar cubriendo el Mundial para un medio del país hebreo y explica a El Debate las dificultades a las que tiene que hacer frente por su nacionalidad para desarrollar su trabajo
Raz Shechnik es un periodista israelí que se encuentra en Qatar cubriendo el Mundial para ynet, un medio con base en Tel Aviv. Pero lo que se suponía debía ser una cobertura sencilla, para los periodistas hebreos se está convirtiendo en un tormento y es que muchos de ellos, entre los que se encuentra Shechnik, han denunciado que se les está impidiendo hacer su trabajo por el mero hecho de ser de Israel.
La celebración del Mundial en Qatar se ha visto envuelta en múltiples polémicas: las nefastas condiciones de trabajo de los inmigrantes, los pocos derechos que ostentan las mujeres en este país árabe, los supuestos rumores de corrupción en la elección de Doha como destino para el encuentro deportivo y, ahora, suma una nueva controversia, el hostigamiento a algunos periodistas por parte de las aficiones de ciertos equipos.
Raz Shechnik, en conversaciones con El Debate, explica que, para él, cubrir un Mundial era un sueño y que es «extraño» como israelí estar trabajando en un país musulmán y que, efectivamente, siente que se encuentra en un ambiente «hostil». Aclara que la situación es tensa, sobre todo, cuando tienen que llevar a cabo entrevistas a pie de calle, ya que ciertas aficiones, en su mayoría de países árabes, les «acosan». Mientras intentan obtener declaraciones a los seguidores de los diferentes equipos, se les interrumpe continuamente al grito de «¡Palestina libre!» o «Israel no es bienvenido aquí».
Las redes sociales se han llenado de vídeos que muestran esta realidad. El propio Shechnik denunció hace apenas unos días a través de su cuenta de Twitter que ante esta difícil situación han optado por identificarse como periodistas de Ecuador. Asimismo, lamenta que el Mundial se haya convertido en una nueva forma de enfrentamiento entre israelíes y árabes y que esa rabia se haya focalizado en los profesionales que están ahí simplemente para cubrir un evento deportivo.
«No nos dejan hacer vídeos o sacar fotos cerca del estadio, cuando estamos grabando nos gritan, se pasean con banderas por delante de las cámaras, todos estos actos nos dificultan mucho el trabajo», explica Shechnik a este periódico en medio de un descanso entre partido y partido. «Desde pequeño amo el fútbol», algo que queda demostrado en sus redes sociales y es que luce con orgullo una foto con el futbolista del Barça Gerard Piqué. «Me da mucha pena que esta experiencia se haya convertido en un 'Mundial del odio'», lamenta.
El conflicto palestino-israelí es uno de los muchos que se encuentran congelados desde hace años y que de vez en cuando salta de nuevo a las portadas de los periódicos por un nuevo pico de violencia. El último, en mayo de 2021, en una guerra que duró 11 días, en la que se enfrentaron Hamás –el Gobierno de facto de la Franja de Gaza– e Israel. El conflicto acabó con la vida de 253 palestinos, según el Ministerio de Salud de la Franja, y 11 israelíes.
A pesar de que el país hebreo ha firmado acuerdos de paz con algunos países árabes como Marruecos, Emiratos Árabes Unidos, Baréin y Sudán, las decisiones de los dirigentes de estos Estados no se identifican con el sentimiento popular de su población. Un hecho que se está evidenciando durante este Mundial en el que tanto árabes como israelíes se han encontrado en un evento deportivo, que nada tiene que ver con lo político, pero por sus irremediables diferencias se ha transformado en un nuevo punto de disputa entre ellos.
«Los periodistas no deberíamos ser la noticia», apunta Shechnik, «pero después de diez días en Doha, es imposible no compartir lo que estamos viviendo aquí», añade. En las redes sociales la polémica ya está servida. Mientras los periodistas israelíes se quejan de que se les está boicoteando su cobertura del Mundial, aquellos que apoyan la causa palestina denuncian que Israel impide constantemente el trabajo de los periodistas palestinos que informan sobre el conflicto en el país hebreo.
Qatar 2022 se ha convertido en un foco de reivindicaciones políticas, en un momento en el que Oriente Medio vive un nuevo periodo de inestabilidad con las protestas en Irán, los enfrentamientos entre palestinos-israelíes, nuevamente, alcanzado un pico de violencia, todo ello envuelto en un halo de hipocresía por parte de Occidente al elegir a este país árabe como sede para el encuentro deportivo más importante y seguido del mundo.