Nicaragua
Ortega ahonda en la represión y cierra otras tres universidades
Los centros universitarios fueron uno de los focos de protestas en 2018
El Gobierno de Nicaragua continúa con su represión y se ha abalanzado sobre el ámbito educativo. El régimen de Daniel Ortega ha cancelado la personalidad jurídica de otras tres universidades más registradas como asociaciones por presuntas irregularidades administrativas y que se suman así a las cinco disueltas desde que comenzó el año.
En esta ocasión, las afectadas son la Fundación Prouniversidad Metropolitana (Unimet), la Asociación Universidad del Norte de Nicaragua (UNN)y la Asociación Universidad Adventista de Nicaragua (Unadenic), según ha informado el diario La Prensa.
El Ejecutivo de Ortega ha justificado la decisión, entre otras razones, porque las asociaciones «no cuentan con la metodología curricular» ni la «infraestructura necesaria» o que la universidad ha «falseado información».
El Gobierno, utilizando la misma medida, ya retiró la personalidad jurídica a otras dos universidades más el pasado 14 de marzo: la Universidad Panamericana de Nicaragua (UPAN) y la Universidad del Pacífico (UNIP), también registradas como asociaciones.
Las universidades fueron uno de los focos de protestas en 2018, cuando miles de personas se manifestaron contra el Gobierno de Ortega en unas movilizaciones sin precedentes, por lo que en círculos opositores se entiende como otra medida represiva más por parte de las autoridades, que se suma a los cierres de partidos políticos y organizaciones no gubernamentales.
Los cierres de las universidades se suman a otras medidas del régimen de Daniel Ortega, que le han valido el aislamiento internacional y sanciones por parte de Estados Unidos y la Unión Europea.
El Gobierno ha tenido asimismo enfrentamientos con líderes de la Iglesia que han criticado sus políticas, e incluso el obispo Rolando Álvarez fue detenido en agosto del 2022 y condenado a 26 años de cárcel por, entre otros cargos, menoscabo a la integridad nacional.
Hace casi un año, Nicaragua expulsó al nuncio apostólico, Waldemar Stanislaw Sommertag.