China multiplica por ocho el número de prohibiciones de salida para opositores y empresarios extranjeros

El régimen de Pekín se ha esforzado por enviar un mensaje de apertura tras las drásticas restricciones impuestas por la pandemia, pero esa imagen choca con el incremento exponencial de «prohibiciones de salida» de China aplicadas a nacionales y ejecutivos extranjeros.

A diferencia de Estados Unidos y Europa, donde se imponen judicialmente restricciones migratorias por casos de índole penal, en China tal restricción se extiende a temas civiles y veladamente a sospechas de «espionaje» por parte de «potencias extranjeras».

Según el informe del grupo de derechos humanos Safeguard Defenders decenas de ciudadanos chinos y extranjeros se han visto atrapados por las prohibiciones de salida y de acuerdo con un análisis de los registros judiciales chinos realizada por Reuters se aprecia un aumento de ocho veces el número de casos de este tipo entre 2016 y 2022.

«Desde que Xi Jinping asumió el poder en 2012, China ha ampliado el panorama legal para las prohibiciones de salida y las ha utilizado cada vez más, a veces fuera de la justificación legal», dice el informe de Safeguard Defenders.

La mayoría de los casos en la base de datos analizada por Reuters se refieren a prohibiciones de salida por casos civiles y no se encontró ninguna que involucre casos penales o relacionadas a seguridad nacional por parte de extranjeros.

«Debido a las crecientes tensiones entre Estados Unidos y China, la relevancia de este riesgo [de prohibición de salida] ha aumentado», dijo Lester Ross, un abogado veterano que ha manejado casos de prohibición de salida en China.

Ross, quien también es miembro de la cámara de comercio estadounidense en China agregó: «He visto un aumento en las empresas y entidades preocupadas por esto y piden nuestro consejo sobre cómo prepararse y reducir los riesgos» de las prohibiciones de salida.

Los gremios empresariales extranjeros en China ya están expresando su preocupación por esta tendencia, calificándola de «mensaje discordante», ya que las autoridades chinas dicen que el país está abierto para los negocios después de tres años de restricciones sanitarias.

La cámara de comercio de la UE en China dijo a Reuters en un comunicado: «En un momento en que China está tratando proactivamente de restaurar la confianza empresarial para atraer inversión extranjera, las prohibiciones de salida envían una señal muy mixta».

China una gran cárcel

Las personas a las que se les prohíbe salir de China incluyen chinos envueltos en disputas financieras, así como defensores de derechos, activistas y abogados, y minorías étnicas como los uigures en la región noroccidental china de Xinjiang, según el informe de Safeguard Defenders.

Según un informe judicial chino, 34.000 personas fueron puestas bajo prohibiciones de salida en 2018, un aumento del 55 % respecto al año anterior.

Algunos activistas dicen que el uso generalizado de las prohibiciones de salida refleja medidas de seguridad más estrictas bajo la presidencia de Xi.

«Pueden encontrar cualquier razón para evitar que salgas del país», dijo Xiang Li, un activista de derechos humanos chino a quien se le negó la salida durante dos años antes de escapar de China en 2017 y luego recibir asilo en Estados Unidos.

«China no tiene el estado de derecho», dijo Li a Reuters. «La ley se utiliza para servir a los propósitos del Partido Comunista Chino. Es muy efectivo».