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Yevgeny Prigozhin

El líder del Grupo Wagner, Yevgeny PrigozhinRedes sociales

447 días de guerra en Ucrania

El jefe de los Wagner desmiente que ofreciera delatar posiciones rusas a cambio de la retirada de Bajmut

The Washington Post reproduce documentos y conversaciones de Prigozhin donde ofrecía dar las posiciones del ejército ruso si Ucrania le despejaba el camino para conquistar Bajmut

Todo lo que rodea a Yevgeniy Prigozhin estremece. Su poder dentro y fuera de Moscú, el control y la creación de un grupo de mercenarios asesinos como los Wagner, sus negocios turbios y su desafío permanente al Kremlin donde el jefe máximo es Vladimir Putin, resulta sorprendente. Pero lo cierto es que el «chef de Putin», como sele conocía antes de la guerra es, prácticamente, el que lleva la voz cantante en la invasión a Ucrania.

Con este perfil Prigozhin, incansable en sus críticas y amenazas al sector militar del Kremlin, vuelve a ser el centro de atención después de que The Washington Post publicará que propuso a Zelenski entregar las posiciones de las fuerzas rusas desplegadas en Ucrania a cambio de que ellos retirasen de Bajmut al Ejército. Él, naturalmente, ahora lo niega.

Prigozhin no le habría hecho la proposición directamente al presidente de Ucrania si no a sus interlocutores en los servicios de Inteligencia

Prigozhin no le habría hecho la proposición directamente al presidente de Ucrania si no a sus interlocutores en los servicios de Inteligencia. A ellos, según documentos a los que ha tenido acceso el diario estadounidenses, les habría animado a aniquilar a las unidades militares rusas y sumar victorias importantes a cambio de que le despejaran el terreno en Bajmut.

La conquista de esta plaza era una promesa del jefe de los Wagner con fecha límite del 9 de mayo. En cierto modo, era el regalo que tenía previsto para Putin y que le permitiría al ex agente del extinto KGB presentar como un triunfo en el Día de la Victoria, fecha clave en la Federación Rusa de conmemoración del fin de la II Guerra Mundial que los rusos, prácticamente, se atribuyen como propia.

Kiev no habría aceptado ese trueque de victorias que el jefe de los mercenarios le habría servido en bandeja al desconfiar de un personajes tan siniestro como él.

Las comunicaciones entre Prigozhin, que no las niega aunque rechaza que propusiera delatar las posiciones rusas, y sus contactos ucranianos se habrían filtrado a la plataforma de chat Discord. A ellas ha tenido acceso The Washington Post que las da por buenas con la salvedad de que todo podía haber sido una treta para engañar a Ucrania. O mejor dicho, que Kiev no habría aceptado ese trueque de victorias que el jefe de los mercenarios le habría servido en bandeja, al desconfiar de un personajes tan siniestro como él.

En las conversaciones filtradas no se detallan con precisión las posiciones de las tropas rusas que supuestamente estaba dispuesto a entregar, el hombre que se ocupaba de los banquetes de Putin y construyó a su sombra un imperio cárnico, después de ser vendedor ambulante de perritos calientes.

Según The Washington Post, dos miembros del Gobierno de Zelenski confirmaron la veracidad de esas conversaciones con los agentes de la HUR, el servicio de intelegencia de Ucrania. Incluso, afirman, que la propuesta del canje de ubicaciones militares rusas por Bajmut no se hizo en una ocasión sino en varias. La tentación de aceptarla quedó lejos en Kiev y en Washington donde se puso en dudas las intenciones verdaderas de Prigozhin.

En un documento «sigint», extraído de comunicaciones interceptadas al que ha tenido acceso el periódico estadounidenses, se recoge que el jefe de inteligencia miitar de Ucrania Kyrylo Budanov, «esperaba que los rusos usaran detalles de las conversaciones secretas de Prigozhin con el HUR y sus reuniones con sus oficiales en África para hacerlo parecer un agente ucraniano».

Prigozhin, en su canal de Telegram, hoy ha descalificado esa información: «Puedo decir con toda seguridad (...) no he estado en África como mínimo desde el inicio del conflicto (en Ucrania) y de hecho, desde varios meses antes del comienzo de la operación militar especial. Por eso no pude reunirme con nadie allí».

Esta es una cuestión de inteligencia militarVolodimir Zelenski al ser preguntado por The Washington Post

El diario no revela la identidad de sus fuentes que exigieron mantener el anonimato. The Washington Post en una entrevista reciente con Volodimir Zelenski, le preguntó directamente si existían contactos o había establecido algún tipo de diálogo con el jefe Wagner que se presenta como un estrategia militar (pese a sus fracasos) superior a todos los militares que rodean a Vladimir Putin. Zelenski evitó responder al periódico y se limitó a contestar: «Esta es una cuestión de inteligencia militar».

Bajmut es la espina o la bala que desangra al Grupo Wagner. Prigozhin se ha quejado amargamente de que no recibía los suministros a tiempo y acusado al ministerio de Defensa de dejarle sólo ante una batalla inesperada.

De Acuerdo a sus previsiones, la conquista de Bajmut, que pasó de ser un enclave intrascendente a convertirse en determinante, debería haber sido rápida y sin tropiezos. La realidad le ha demostrado que estaba equivocado, pero él lo atribuye más al fuego amigo que al formidable despliegue y tácticas de Ucrania.

En varias ocasiones ha amenazado con retirarse de la zona, donde las bajas Wagner se multiplican, y dejar a al Ejército ruso y en especial al ministro de Defensa, Sergei Shoigu, al que detesta, a su suerte. Dicho de otro modo, ponerlo en evidencia ante una nueva derrota.

The Washington Post insiste en que los contactos entre el líder Wagner y los servicios secretos ucranianos no se limitaron a conversaciones telefónicos. El periódico dispone de documentos que confirmarían que también se habrían celebrado reuniones en persona con altos mandos de la HUR en un país no identificado de África que Prigozhin niega. En este continente la extensa red del Grupo Wagner tiene desplegados efectivos en distintos países para seguridad de Gobiernos y por intereses propios.

En esas supuestas negociaciones Prigozhin habría expresado su disgusto por el número de mercenarios abatidos y animado a Ucrania a atacar más duro contra los soldados rusos. También a él le atribuyen la iniciativa ucraniana de acercarse y atacar el puente de Crimea, el orgullo de Putin tras su ocupación de la península en 2014.

Pero en los diferentes informes a los que ha tenido acceso The Washington Post también se refleja la preocupación por la baja moral de los mercenarios Wagner e incluso episodios de desobediencia al resistirse a acatar las órdenes de seguir con el cerco a Bajmut.

El periódico observa que sus peticiones al Kremlin para opinar sobre estas informaciones no fueron atendidas. Prigozhin, antes de que estallara el escándalo, no negó sus contactos con la inteligencia ucrania. «Sí, naturalmente que los confirmo. No tenemos nada que ocultar a los servicios especiales extranjeros», escribió en su canal de Telegram.

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