Cómo es Vilna, el corazón de Europa y capital de esta Cumbre de la OTAN

El 2023 está siendo una fecha memorable para Vilna. La capital de Lituania acoge estos días la cumbre de la OTAN por primera vez en su historia, justo en el momento en que celebra su 700º aniversario.

Con algo más de medio millón de habitantes, constituye la ciudad más poblada del país, que cuenta con 2,86 millones de personas, según las últimas estadísticas del Gobierno lituano, a principios de este año.

Situado a unos tres mil kilómetros de España, el país báltico ha sido una zona caliente en el mapa europeo desde el estallido de la guerra en Ucrania. Aunque no tiene frontera con este país, sí lo hace con Bielorrusia y con el enclave ruso de Kaliningrado. Lituania también comparte fronteras al norte con Letonia y al suroeste con Polonia, así como 99 kilómetros de costa en el mar Báltico.

País de la lluvia y de los lagos

Las delegaciones internacionales que acudan a la cumbre podrán disfrutar de días soleados y temperaturas que rondan los veinticinco grados. Sin duda, un clima más amigable que el de España en esta época.

Pero no es siempre así. Hablar de Vilna es hablar del frío. Durante el invierno, las temperaturas suelen estar en negativo, y se han llegado a alcanzar los 30 grados bajo cero. Una buena noticia para los amantes de los deportes de invierno, pues resulta habitual encontrarse gente patinando por sus ríos congelados o incluso esquiando en medio del bosque.

Otra característica del invierno es la luz solar o, mejor dicho, su ausencia. Este enero se caracterizó por ser el mes con menos horas de sol desde que se vienen realizando mediciones, con apenas 5 horas en total. El récord previo se situaba en las 7 horas en las que brilló el sol en enero de 1986 en la cercana ciudad de Utena.

Son más que frecuentes las precipitaciones en forma de nieve y, especialmente, de lluvia: Lietuva, su nombre en lituano, deriva de lietus, que significa literalmente eso, tierra de lluvias. No es solo el país de la lluvia sino también de los ríos y los lagos, con más de 12.000 y 2.800 respectivamente, así como unas 1.600 lagunas.

Centro geográfico de Europa

En Purnuškės, a media hora al norte de Vilna, se encuentra el centro geográfico del continente europeo. Si bien no hay un acuerdo unánime acerca de este dato —pues depende de la inclusión o no de los territorios insulares, y del método empleado para calcularlo—, esta ubicación es la única que recoge el Libro Guinness de los Récords.

Lo conmemora un monumento inaugurado en 2004, precisamente el año en que Lituania ingresó en la OTAN y en la Unión Europea. Fue también el año en el que España abrió su embajada en el país. Sin embargo, las relaciones diplomáticas entre ambos países se remontan a 1922, año en que España reconoció a la República de Lituania como Estado soberano e independiente. Por ello, el año pasado se conmemoró el centenario de la relación entre ambos países, con la celebración de una ópera y la publicación del libro «22 poemas para un centenario», entre otras actividades.

Qué visitar

Recomendamos a los asistentes a la cumbre, y al resto de viajeros, que no se vayan de Vilna sin visitar sus enclaves más destacados. La torre de Gediminas y la colina de las Tres Cruces, ambas muy céntricas, ofrecen las mejores vistas de la ciudad. También se pueden apreciar desde la Torre de Televisión, que ofrece una panorámica de 360º de la ciudad a la vez que se disfruta de un menú en su restaurante.

Ser el país de la lluvia implica serlo también de los bosques y parques. De hecho, se dice que el verde de su bandera representa esta característica. Destacamos Bernardinų sodas (los jardines de Bernardino), los Lagos Verdes o el Vingio parkas, uno de los parques más grandes de Europa.

Y no puede faltar el barrio de Uzupis. Es la zona del moderneo, el Malasaña de Vilna. Es conocido popularmente como la República de Uzupis, en tanto que proclamaron su independencia en clave de humor. Tanto es así que tiene moneda propia, ofrece la posibilidad de sellar el pasaporte a los visitantes e incluso ha proclamado una Constitución. «Todo el mundo tiene derecho a amar y a cuidar de un gato» o «todo el mundo es responsable de su libertad», son algunos de sus preceptos que pueden leerse en las placas instaladas en sus calles, traducidas a varios idiomas, entre ellos el español y el gallego.