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El senador estadounidense J.D. Vance

El senador estadounidense J.D. Vanceafp

Convención Republicana tras el atentado a Trump

El senador J.D. Vance, candidato a vicepresidente de Donald Trump

El expresidente despejó la duda en una Convención republicana a la que llegó como un héroe inmortal

La duda la despejó esta noche. Donald Trump se presentó como un héroe en la Convención Nacional Republicana, para hacer oficial su candidatura y la del senador J.D. Vance. Imbatible en las encuestas y reforzado tras el atentado del sábado del que, prácticamente, salió ileso ya tiene compañero de fórmula o de ticket, como dicen los estadounidenses.

Aunque las quinielas eran variadas, Trump se inclinó por el senador de Ohio que ya era uno de los favoritos para el puesto. J.D. Vance, de 39 años, logró su escaño en la Cámara Alta en 2021 gracias al respaldo clave que recibió de Trump, a quien había criticado años atrás.

Doctor en Derecho por la Universidad de Yale y veterano de la Armada, saltó a la fama en 2016 gracias a la publicación de sus memorias Hillbilly Elegy sobre su infancia en una familia pobre y se ha convertido en un joven referente de la derecha estadounidense.

Trump desmintió recientemente el rumor de que Vance estaba descalificado de la contienda por llevar barba ya que al expresidente le gustan los rostros afeitados. «Tiene buen aspecto», afirmó sobre él en una entrevista.

El resto de los aspirantes se quedaron en la cuneta. El sueño del senador por Florida, Marco Rubio, de llegar a la Casa Blanca, tras su frustrado intento de 2016, no pudo concretarse.

La Constitución prohíbe que los candidatos a presidente y vicepresidente vivan en el mismo estado

Este hijo de inmigrantes cubanos enfrentaba un obstáculo legal: la Enmienda 12 de la Constitución prohíbe que los candidatos a presidente y vicepresidente de una misma lista vivan en el mismo estado, como ocurre en Florida en el caso de Trump (Palm Beach) y Rubio (Miami).

A Little Marco, como le llamaba Trump antes de que se volvieran aliados, le ayudaba no solo que habla español con fluidez, sino que es un referente clave para el exilio tanto cubano como venezolano y nicaragüense. No pudo ser.

El gobernador de Dakota del Norte, Doug Burgum, de 67 años, era muy poco conocido a nivel nacional hasta que se presentó a las primarias republicanas. Retiró su candidatura para respaldar a Trump y sonaba con fuerza como compañero de ticket.

Burgum es un multimillonario hombre de negocios que comenzó su carrera con una pequeña compañía de software que acabó adquiriendo Microsoft por más de 1.000 millones de dólares.

Pero Trump ya había expresado suspicacias sobre el firme apoyo del gobernador a las restricciones al aborto en Dakota del Norte, un asunto que el magnate neoyorquino teme que le pase factura en los comicios de noviembre.

Tim Scott era el único senador negro con posibilidades. El representante de Carolina del Sur, de 58 años y muy creyente, nunca llegó a superar el 4 % de intención de voto en el proceso de primarias y acabó renunciando a sus aspiraciones señalando que los electores le habían dejado claro que no era el momento.

Desde entonces, su apoyo a Trump ha sido claro. En enero llegó a interrumpir un discurso del exmandatario para decirle que le quería: «Por eso es un gran político», respondió este. El peloteo no le ha dado resultado.

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