El presentador estrella de México se desmarca del desplante al Rey Felipe VI: «Sheinbaum es autoritaria»
El valiente comunicador mexicano, Carlos Loret de Mola atiende a El Debate para opinar sobre los asuntos de forma y de fondo que afectan a la presidenta electa Claudia Sheinbaum para seguir la estela de Andrés Manuel López Obrador (AMLO). Sheinbaum ha escogido unirse a su predecesor para no invitar al Rey Felipe VI a su investidura, alegando que el Monarca español no respondió a la ofensiva carta que envió AMLO –hace cinco años– en la que definía a los españoles «como conquistadores abusadores» y demandaba a Felipe VI un perdón público.
Mola asegura que Sheinbaum no ha tenido el más mínimo interés de diferenciarse de AMLO en «una estrategia política muy pragmática». Es decir, el presidente saliente crío políticamente a su sucesora: «La tomó desde que fue una dirigente estudiantil, fue impulsando su carrera, la fichó como parte de su gabinete y la aupó como jefa de Gobierno de Ciudad de México aliándola con medios de comunicación y empresarios afines».
El ávido comunicador nos confiesa sobre la futura presidenta de México: «No hemos visto un asomo de criterio propio y se ha dedicado a alimentar y consentir las fijaciones de López Obrador».
Loret de Mola destaca que «ambos comparten su obsesión por España alimentada desde lo más íntimo». Tilda de «patético» que en una comunicación bilateral con todos los vínculos «digan que la fundación de Tenochtitlan sucedió hace doscientos años cuando fue hace siete». En un error histórico garrafal.
El periodista mexicano lanza una pregunta sagaz a este periódico: «¿Por qué invitas a Díaz-Canel, a Maduro y a Putin como defensores de las dictaduras y obvias al Rey de España como garante de una democracia libre durante décadas?». A lo que responde: «Eso exhibe el perfil más autoritario del Gobierno mexicano que está enquistado».
Tilda el asunto como un distractor para centrar el foco y evitar que se hable de los temas fundamentales que afectan, de veras, a la población mexicana.
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Claudio Ochoa Huerta, también presentador del Telediario Latinus, como azote de AMLO, tacha la no inclusión del Rey de España en la toma de posesión de Sheinbaum «como un mero berrinche». Revela que supone «la compra de un problema innecesario con unos gestos que nos demuestra que no tiene un atisbo de diferenciación con el mandato de su predecesor».
Observa que no tiene independencia y que, tal y como hace la izquierda mexicana, busca un enemigo común. Un gesto «para quedar bien con López Obrador», aunque implique no hablarse con una nación tan unida a México como España.
La perspectiva católica en México
El padre Pablo Cirujeda nos atiende desde la Colonia Molino Santo Domingo, uno de los poblados más pobres de los suburbios de Ciudad de México, la octava metrópoli del mundo. Desgrana la problemática mientras da de comer y suministra medicamentos a 400 personas. Advierte que el conflicto creado por Sheinbaum «viene muy de lejos».
El también médico es autor de cuatro libros, entre otros, de Las relaciones humanas, las relaciones divinas. Su último manuscrito católico trata sobre el narcisismo, un defecto con el que define a AMLO. Al que añade el necesario victimismo populista porque «todos están en deuda con él».
Observa a Sheinbaum como un enigma mostrando una fidelidad acérrima, incluso en la pandemia, al suscribir todo lo que dice el presidente: «Compruebo esta repetición como casi integrista al mandato de López Obrador, al que le es fiel a pies juntillas».
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Tanto él como la presidenta electa «no contemplan ni el pasado ni el futuro». El religioso nos descubre cómo estos políticos no vislumbran «nada positivo en la historia y no tiene ningún temor en lo que ocurra durante los próximos seis años en el poder». Asegura que en su sexenio solo «ha destruido relaciones, amistades, lazos comunitarios... Lo del Rey es solo una anécdota».
Pone el foco en un papel gubernamental que «ha fracturado la sociedad civil, entre la clase trabajadora y el empresariado, entre las facciones políticas, alimentando los enfrentamientos».
La diplomacia lo tilda de «lamentable»
Ramón Gandarias, como diplomático español casado con una mexicana y afincado en la nación hermana, nos reconoce que le parece «muy lamentable» la exclusión del Rey Felipe VI. Nos informa que hubiera sido, todavía, peor que le hubiera acompañado una «alta representación ya que hubiera supuesto un desaire para los otros países hispanoamericanos».
«Somos mejores gracias a los españoles»
También conversamos con Patrícia Gómez, empresaria mexicana de éxito en el sector tecnológico, que opina que «los traumas infundados con España son todavía más ridículos por las raíces españolas de AMLO».
Recordemos que la abuela del mandatario mexicano era oriunda de Ampuero (Cantabria) al que acusa de levantar polvareda y desviar el tema cada vez que salta un caso de corrupción en su Gobierno de izquierdas.
Gómez destaca que la Conquista española «nos ofreció una educación, y sobre todo, unos valores y unos principios asentados en la religión». Y sentencia: «Yo soy católica, y, por tanto, mejor persona, gracias a los españoles».