Anexionar Canadá, comprar Groenlandia o 'invadir' México: las audaces propuestas geopolíticas de Trump para 2025
Muchos de los problemas irresueltos se deben a falta de voluntad política y el presidente electo de los EE. UU. sabe como hacer para crear voluntad en sus interlocutores
El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, no parece preocupado por desafiar la soberanía de algunos de los aliados más cercanos de Washington con tal de provocar cambios reales en las relaciones internacionales y lograr los beneficios que prometió a sus votantes.
Los recientes comentarios de Trump han disparado los temores de que en su segundo mandato sea más duro con los tradicionales amigos de Estados Unidos que con países enemigos, como Rusia.
A pocos días que asuma por segunda vez la presidencia, el líder republicano ya provoca nervios en los gobiernos vecinos que ven su elección como un golpe de mesa que obliga a tomar medidas concretas ante los problemas en los que hasta ahora no había voluntad política para resolver.
La 'broma' de anexionar Canadá
Trump ha planteado en más de una ocasión la idea de convertir a Canadá en el 51º estado de Estados Unidos y lo consideró una «idea excelente», en plena crisis política en su vecino del norte.
«Muchos canadienses quieren que Canadá se convierta en el estado 51», publicó Trump en su red Truth Social. «Ahorrarían masivamente en impuestos y protección militar. Creo que es una gran idea. Estado 51!!!», añadió.
Una encuesta realizada la semana pasada por el Instituto Leger mostró que al 13 % de los canadienses les gustaría que su país se convirtiera en un estado de Estados Unidos.
Trump mencionó por primera vez lo del «estado 51» durante una cena con el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, a finales de noviembre. Según Fox News, durante esa reunión, el presidente electo bromeó diciendo que si Canadá no puede asumir aranceles del 25 % a sus exportaciones al país vecino, como amenaza con ponerle cuando asuma el cargo el 20 de enero, entonces debería ser absorbido por Estados Unidos.
Desde entonces, en sus mensajes se ha referido repetidamente al jefe del Gobierno canadiense como gobernador, título utilizado en Estados Unidos para designar al jefe del ejecutivo de un Estado federal. Estos mensajes no han sentado nada bien a los políticos canadienses, que los consideran una humillación o incluso una amenaza.
La intención del presidente electo estadounidense de elevar los aranceles hasta el 25 % a las importaciones mexicanas y canadienses ha conmocionado a Canadá, que exporta el 75 % de sus productos a Estados Unidos. En términos de empleo, casi 2 millones de personas en Canadá dependen de las exportaciones, de una población de unos 41 millones.
La compra de la inmensa Groenlandia
Trump ya lanzó durante su primer mandato (2017-2021) la idea de comprar Groenlandia debido a la importancia geoestratégica que tiene esta inmensa isla, perteneciente a la Corona de Dinamarca, pero que cuenta con un gobierno autónomo con vastas competencias.
El magnate reavivó esta posibilidad el fin de semana cuando nombró al que será su embajador en Dinamarca: «La propiedad y el control de Groenlandia es una necesidad absoluta» para la seguridad nacional estadounidense.
Como ya hiciera cinco años atrás, el primer ministro de Groenlandia, Mute Egede, declaró que la isla, rica en recursos naturales, «no está en venta».
¿Intervención militar en México?
Por otra parte, Trump aseguró hace unos días que designará «inmediatamente» a los cárteles mexicanos de las drogas como organizaciones terroristas, una vez que asuma el poder el próximo 20 de enero.
«Designaré a los cárteles como organizaciones terroristas extranjeras. Vamos a hacerlo inmediatamente», aseveró el próximo mandatario durante un mitin en Phoenix, Arizona.
Con esta declaración, Trump revive una iniciativa que ya había barajado durante su anterior mandato (2017-2021), pero que archivó a pedido del entonces presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, quien aceptó cooperar en seguridad aunque rechazó una posible intervención militar estadounidense en su territorio.
Trump recordó que sostuvo una conversación telefónica en noviembre con la actual presidenta de México, Claudia Sheinbaum, en la que aseguró que fue «muy fuerte» al señalarle la problemática de la inmigración indocumentada y el tráfico de fentanilo.
«Hablé con la nueva presidenta, que es una mujer encantadora y maravillosa (...), pero le dije: no se le puede hacer esto a nuestro país, no vamos a aguantar más», declaró el magnate republicano.
Sheinbaum rechazó la posibilidad de que las mafias mexicanas sean designadas como terroristas bajo el mismo argumento de López Obrador, de evitar una incursión extranjera que atente contra la soberanía del país, una postura que reiteró el pasado domingo durante una visita al estado de Sinaloa, que sufre una escalada de violencia criminal desde septiembre.
«Nosotros colaboramos, coordinamos, trabajamos juntos, pero nunca nos vamos a subordinar. México es un país libre, soberano, independiente y no aceptamos injerencismos en nuestro país», dijo Sheinbaum, entre aplausos, durante un acto público.