Karl Nehammer, en una imagen del pasado mes de septiembre
Dimite el canciller de Austria tras fracasar en sus negociaciones para formar Gobierno
Karl Nehammer, que quedó segundo en las elecciones por detrás del partido más a la derecha del hemiciclo, no ha conseguido sumar a su causa a los socialistas
El canciller en funciones de Austria, el conservador Karl Nehammer, ha anunciado este sábado que dimitirá en los próximos días, tanto como jefe del Gobierno como de la presidencia del Partido Popular (ÖVP), después de abandonar las negociaciones con los socialdemócratas para formar un nuevo Gobierno.
En un vídeo publicado en su cuenta de X, Nehammer lamentó la salida de los liberales Neos del grupo negociador y resaltó que pese a ello su partido volvió a reunirse hoy con los socialdemócratas en una «nueva ronda de negociaciones», que sin embargo abandonó finalmente al constatar que un acuerdo no sería posible.
«Hasta ahora lo hemos intentado todo. No es posible llegar a un acuerdo sobre puntos clave, por lo que no tiene sentido para un futuro positivo para Austria (...). Las negociaciones se terminaron y no se reanudarán (...). Evidentemente, en el grupo socialdemócrata han triunfado las fuerzas destructivas, enemigas de la economía y la competitividad», se ha desahogado el político conservador.
Por su parte, el líder de los socialdemócratas, Andreas Babler, asegura que los conservadores habrían exigido «recortes en las pensiones, en los (sueldos de los) docentes, agentes de policía y profesionales sanitarios».
Cabe recordar que el canciller saliente quedó en segunda posición en las últimas elecciones por detrás del FPÖ, el partido más a la derecha del hemiciclo.
Hace apenas dos meses, el presidente del país, Alexander van der Bellen, tomaba una decisión inédita: 'saltarse' a dicho vencedor y encargar la formación de Gobierno al segundo clasificado y canciller saliente.
Una vez aceptado el encargo, Nehammer aspiraba a un tercer mandato como canciller, pero no ha conseguido formar Gobierno. Aquel día, tras recibir el mandato del presidente de van der Bellen, daba la impresión de que no sería difícil llegar a un entendimiento.
Volvería a ganar la derecha
«Acepto este mandato con toda honestidad y seriedad y trabajaré duro para garantizar que Austria reciba un Gobierno estable respaldado por una mayoría», dijo entonces, aunque reconoció que su derrota en las urnas era una señal para no seguir «como hasta ahora», un mandato que le obligaba a introducir «cambios y reformas».
Las elecciones del pasado 29 de septiembre se saldaron con victoria del FPÖ, dirigido por Herbert Kickl, con el 28,8 % de los votos. Le siguió de cerca el ÖVP del dimitido Karl Nehammer con el 26,3 %. En tercera posición quedaron los socialdemócratas del SPÖ con el 21,1 % y, más alejados, quedaron los libares del Neos (9 %) y Los Verdes (8 %).
El ganador de los comicios calificó entonces de «bofetada en la cara» a los electores que no le encargasen a la tarea de formar un Ejecutivo. «Pero se lo prometo: aún no se ha dicho la última palabra. Hoy no es el final de la historia», afirmó en aquellos días Herbert Kickl., al que las encuestas le vienen dando la razón últimamente.
Los últimos sondeos sitúan al populares y socialdemócratas con una intención de voto cercana al 20-21 % cada uno, mientras que el FPÖ, que ganó las elecciones con el 28,8 %, ha aumentado más su ventaja: hasta el 35-37 %
