Trump hace un gran canto a la esperanza y promete acabar con lo 'woke' y llevar EE.UU a Marte
Donald Trump ya es el 47º presidente de los Estados Unidos, ha jurado su cargo y se ha dirigido a la nación en un discurso en el que destacó que «la Unidad Nacional está volviendo a América»
«No vamos a olvidar a nuestro país, no vamos a olvidar la Constitución y no vamos a olvidar a Dios», rezaba Donald Trump en su discurso de investidura tras haber jurado el cargo y convertirse en el 47º presidente de los Estados Unidos de América a las 18.01 hora local. Finalmente tuvo lugar un poco más tarde de lo que le habría gustado al propio Trump, que tenía planeado hacerlo a las 11.47 para que coincidiese con el número de la legislatura.
Uno de los momentos destacados de su discurso fue cuando habló de políticas migratorias. Como antesala, insistió en que con él llegaba «la revolución del sentido común» y que «la Unidad Nacional está volviendo a América». Poco después hizo un anuncio, entre los decretos que firmará esta noche, procederá a declarar la situación de emergencia en la frontera sur de Estados Unidos. En ese momento los presentes rompieron en un fuerte aplauso.
«Todos los que entren de forma ilegal serán expulsados y repetiremos el proceso para ejecutar el regreso de los millones y millones de criminales a los lugares de donde vinieron», anunció Donald Trump que se refirió a México como uno de los países de los que proceden muchos de inmigrantes que delinquen en Norteamérica.
Como era de esperar, tampoco se ha olvidado de las políticas, que él ha bautizado como woke, del partido demócrata; entre ellas las de género y otras cuestiones raciales. No habrá políticas basadas en cuestiones raciales «solo estarán basadas en méritos». Respecto a las políticas de género, Trump destacó que «desde hoy la política oficial del Gobierno de los Estados Unidos es que solo hay dos géneros, hombre y mujer». De nuevo aplauso de los presentes.
Desde su llegada al Capitolio, Donald Trump mantuvo el rictus serio que le caracteriza, aunque sí dedicó alguna sonrisa. De las primeras, al presidente saliente Joe Biden, al que saludó al entrar en el salón donde se celebró la jura de su cargo. Durante su discurso, Trump quiso recordar que su victoria en las elecciones fue clara en los siete estados bisagra y que había logrado cosechar el voto popular, algo que no había conseguido en su victoria frente a la demócrata Hillary Clinton.