Retailleau, un ministro del Interior llamado al orden por cumplir con su trabajo

Bruno Retailleau, ministro del Interior de Francia, desde que tomó posesión de su cargo ha mantenido una postura firme y coherente frente al burdel en el que han convertido a este país con las fronteras abiertas cual pomarrosas a cualquier criminal, sin distinción; cada día una agresión, un apuñalamiento mortal o no, un robo… Todo un desmadre sin control.

Retailleau, del partido Los Republicanos, llegó para remediar y remendar errores. Creo que bastante ha hecho, la gente se siente un poco más segura con su presencia porque se le ve activo, sobre el terreno, anuncia detenciones, y hasta devoluciones a países de origen; no tantas como son necesarias a estas alturas, pero algo es algo.

Recientemente ha debido investigar, después dar la orden de apresar, a numerosos influencers que en el idioma de sus padres, la mayoría argelinos, provocan e incitan a asesinar franceses, a decapitar franceses, y a acabar mediante la violencia con este país. No son solamente hombres, ha habido que yo sepa al menos una mujer en esos menesteres agresivos verbales. El ministro no ha tenido contemplaciones, y me parece muy acertado, no solo a mí, a la mayoría de los ciudadanos. Tanto, que inclusive su alza en las encuestas es notable.

En X el ministro anuncia las detenciones, en la última (otro argelino), la Fiscalía le ha llamado al orden acusándolo de apresurarse y publicar lo que con toda evidencia era ya un hecho. Extremadamente raro, el ministro del Interior fue amonestado por la Fiscalía de París, que no apreció su anuncio. «Solo la autoridad judicial es legítima para comunicar sobre un caso judicial en curso», escribe la Fiscalía en un comunicado de prensa, reproducido en Le Figaro.

Ha sorprendido el llamado al orden y la acentuación extremadamente áspera: «Se recuerda que solo la autoridad judicial es legítima para comunicarse sobre un caso judicial en curso», remarcó la fiscalía antes de añadir: «Una persona que no es juzgada se presume inocente».

No obstante, el ministro solo volvía a dar la voz de alarma acerca de un detenido, como había hecho con anterioridad.

Desde el Ministerio del Interior en la plaza Beauvau, expresaron su «asombro» tras la reacción de la Fiscalía de París. «Tuvimos una comunicación muy clásica y controlada, como solemos hacer en este tipo de asuntos para saludar el trabajo de nuestros servicios», argumenta una fuente de Interior al periódico conservador. «Ahora llega el momento de la justicia, en el que ciertamente no queremos invadir. Pero esta primera comunicación de Bruno Retailleau era importante para estar al día con los tiempos de los medios y para que los predicadores del odio supieran que la policía los ve.»

Momentos antes, el ministro, creyendo siempre que hacía bien su trabajo, afirmaba en X que un hombre que respondía a un nombre en particular y que él citaba, había sido interpelado tras haber alentado a cometer acciones violentas en el territorio francés en la red social de Tiktok.

«El Centro (polo) nacional para la lucha contra el odio en línea (PNLH) está investigando una denuncia realizada en la plataforma PHAROS y relativa, en particular, a la reedición de un vídeo sin comentarios», detalló la fiscalía, añadiendo que se llevó a cabo una búsqueda, «con el fin de incautar los equipos de computación, y verificar si elementos materiales calificarían o no como delito», añade Le Figaro.

La Fiscalía de París también aclaró que, por el momento, «no se le ha imputado nada al interesado». Ni siquiera fue puesto bajo custodia policial, ya que su estado de salud no se consideraba compatible con tal decisión. El hombre, nacido en 1976 en Argel, tendría que ser interrogado por la Policía en unos días. Pero recuerden que como en España ya estamos viendo, ¿por quién es interpelado y a quién responde la Fiscalía? Lo que se sabe no se pregunta, Su Señoría.