
Una de las muchas casas quemadas del kibutz Nir Oz
Una investigación militar sobre la masacre del 7 de octubre señala que Israel subestimó a Hamás durante años
El jefe del Estado Mayor israelí, Herzi Halevi, que dejará su cargo el 6 de marzo, señaló en su discurso de dimisión que hace falta una investigación pública sobre los errores que permitieron los ataques de la organización terrorista palestina
Tras más de 16 meses, las autoridades militares israelíes publicaron, este jueves, una investigación preliminar sobre los atentados terroristas de Hamás del pasado 7 de octubre de 2023. Ese fatídico día, miles de terroristas palestinos se infiltraron en el sur de Israel, ante la pasividad de las tropas hebreas, y asesinaron a sangre fría a más de 1.200 israelíes y tomaron como rehenes a otros 250.
Como una de las posibles consecuencias de esta enorme brecha de seguridad, el informe militar señala que el Estado judío subestimó, durante años, las capacidades de Hamás. Las pesquisas se centran en cuatro pilares: la percepción israelí de las capacidades militares de la organización islamista durante los últimos años, los informes de Inteligencia previos al 7 de octubre, las decisiones tomadas la noche anterior a los ataques y las órdenes que se dieron a los soldados aquel día, recoge el periódico The Times of Israel.
Según las investigaciones, el Ejército israelí creía, antes del 7 de octubre, que Hamás no estaba interesado en entablar una confrontación a gran escala con Israel, y que no suponía una amenaza importante para el país. «La sorpresa fue total», recoge una de las investigaciones, según el medio israelí Ynet.
Hamás, de hecho, se había planteado lanzar los ataques a finales de 2022 y a principios de 2023, pero acabó por aplazarlos hasta octubre para preparar a su fuerza de élite, la Nukhba, según los informes.Durante la noche del 6 al 7 de octubre, el Ejército israelí llegó a identificar cinco señales de «actividad sospechosa» por parte del grupo islamista, como la activación simultánea de tarjetas SIM, pero acabó por descartarlas todas al considerar que probablemente formaban parte de un ejercicio.
Una vez comenzaron los ataques, las fuerzas israelíes desplegadas junto a la frontera fueron derrotadas con tal rapidez que el comando central no supo lo grave que era la situación hasta varias horas después.
Las investigaciones, que aún no han sido presentadas al público de manera oficial por el Ejército, tratan solo los aspectos militares del ataque, y no las decisiones políticas que pudieron contribuir a la situación.
El jefe del Estado Mayor israelí, Herzi Halevi, que dejará su cargo el 6 de marzo por el fracaso del 7 de octubre, señaló en su discurso de dimisión que hace falta una investigación pública sobre los errores que permitieron los ataques de Hamás.
«Las investigaciones militares atañen exclusivamente a las FDI y no cubren todas las razones y las áreas que podrían prevenir la repetición de tales sucesos», declaró a mediados de enero el responsable, en declaraciones a los medios.
Este lunes, Halevi presentó las conclusiones de los informes a los comandantes del Ejército, y asumió todas las responsabilidades de sus subordinados, en declaraciones compartidas por las fuerzas israelíes.
«Hay gente aquí con más responsabilidad y gente con menos, pero creo que cada oficial, y cada soldado, debe cargar con este mandato (el de rendir cuentas) como si fueran el comandante el 7 de octubre, y ver cómo puede mejorar las cosas durante los próximos años», dijo el responsable.
La mayoría de la sociedad israelí, incluso los votantes que apoyan a la actual coalición de Gobierno, están a favor de que se establezca una comisión pública para investigar el 7 de octubre que incluya también a la cúpula política, según las encuestas.
Pero el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha decidido poner el foco sobre las investigaciones militares de los ataques, negándose a considerar la puesta en marcha de un proceso a nivel estatal hasta que no acabe la guerra contra Hamás en Gaza.