
Un caza de la Fuerza Aérea de EE.UU. despega de un portaviones
EE.UU. lanza una nueva oleada de bombardeos contra objetivos de las milicias hutíes en Yemen
Grandes columnas de humo y un gran fuego se pudieron observar desde diferentes puntos de Saná, la capital yemení, controlada por las milicias
Los rebeldes hutíes del Yemen denunciaron este miércoles que Estados Unidos efectuó una nueva oleada de bombardeos contra sus posiciones en al menos tres ciudades del país árabe controladas por el movimiento respaldado por Irán, entre ellas la capital, Saná.
La televisión Al Masirah, portavoz de los hutíes, afirmó que los bombardeos estadounidenses tuvieron como objetivo Saná, «los alrededores de la ciudad de Saada», al norte de la capital, así como un distrito de la ciudad de Al Bayda, en el centro del país, sin aportar información sobre víctimas o daños materiales.
Al menos dos misiles impactaron en el barrio capitalino de Al Jeraf, en la carretera que conduce al aeropuerto de Saná, según pudo constatar EFE.
Grandes columnas de humo y un gran fuego se pudieron observar desde diferentes puntos de la ciudad, mientras que equipos de ambulancia y bomberos se dirigieron al lugar del ataque.Al Masirah añadió que uno de los ataques impactó contra «un salón de celebraciones en construcción en un barrio residencial del distrito de Al Thawra», sin aportar más detalles.
Esta nueva ola de bombardeos se produjo minutos después de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, advirtiera de que Irán debe cesar completa e inmediatamente su apoyo a los hutíes, no solo reducirlo, y amenazó a estos últimos con que serán «completamente aniquilados» si no cesan los ataques contra Israel y el mar Rojo.
El líder republicano estimó en su red social, Truth Social, que se ha infligido ya «un daño tremendo» a los hutíes y recalcó que «la situación empeorará progresivamente».
Estados Unidos inició el fin de semana una serie de ataques aéreos contra distintas ciudades controladas por los hutíes en el norte y el centro del Yemen, así como en la capital, Saná, unos bombardeos que se saldaron con más de medio centenar de muertos.
Los rebeldes anunciaron la semana pasada que reanudarán sus operaciones militares contra barcos israelíes o vinculados al Estado israelí si no se permitía el acceso de ayuda humanitaria a la franja de Gaza, donde Israel ha reanudado sus ataques a gran escala.
Asimismo, la madrugada de este miércoles afirmaron haber atacado por cuarta vez en 72 horas el portaaviones estadounidense USS Harry S. Truman en el mar Rojo, mientras que el martes reivindicaron el lanzamiento de un misil balístico hipersónico contra una base aérea en Israel.
Trump, cuya Administración clasifica como grupo terrorista a esos rebeldes chiíes, les ha prometido recientemente el «infierno» si no dejan de amenazar la navegación internacional, mientras que desde el Ejecutivo se insiste en que seguirán atacando a los hutíes hasta que cesen los ataques marítimos.