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Daniela Brik
AnálisisDaniela Brik

Un Ecuador polarizado y violento enfrenta otro duelo electoral conocido

La primera vuelta el pasado 9 de febrero resultó prácticamente en un empate técnico, con Noboa cosechando el 44,17 % del voto frente a González, que obtuvo el 43,97 %, el mejor dato histórico para los correístas de las últimas tres elecciones

Actualizada 04:30

El presidente y candidato presidencial Daniel Noboa estrechándose la mano con la candidata presidencial de izquierda Luisa González durante el debate de segunda vuelta en Quito

El presidente y candidato presidencial Daniel Noboa junto a la candidata presidencial del correísmo Luisa GonzálezAFP

La segunda vuelta presidencial en Ecuador, programada para el próximo 13 de abril, mantiene al país en un contexto político profundamente dividido. El actual presidente, Daniel Noboa, del movimiento de centroderecha ADN, persigue la reelección en una ajustadísima liza contra la candidata del movimiento izquierdista Revolución Ciudadana, Luisa González. Más de 13 millones de ecuatorianos vuelven a toparse con una elección entre dos caras conocidas para resolver sus principales inquietudes: inseguridad, desempleo y corrupción.

Observadores locales hablan de un panorama de división política inédita desde el retorno de la democracia a Ecuador en 1978. Y es que la primera vuelta el pasado 9 de febrero resultó prácticamente en un empate técnico, con Noboa cosechando el 44,17 % del voto frente a González, que obtuvo el 43,97 %, el mejor dato histórico para los correístas de las últimas tres elecciones.

El programa de Daniel Noboa representa el continuismo después de año y medio de gestión. Propone seguir adelante con su polémico Plan Fénix, que pivota en torno al inmovilismo y la mano dura para combatir el crimen organizado y la inseguridad que han convertido a Ecuador en el país más violento de Iberoamérica según el último ranking del medio especializado Insight Crime. También ha prometido mantener los bonos sociales a sectores vulnerables, promover las inversiones y el aperturismo económico.

Por su parte, Luisa González apuesta por la capacidad de la gestión pública para movilizar la economía e iniciativas tales como reclutar a 20.000 nuevos policías e impulsar la inversión privada con miras a financiar una alternativa industria de las renovables.

Mismo escenario, desenlace incierto

Los sondeos de las consultoras demoscópicas Research (Ecuador) y Trespuntozero (Argentina) arrojan una leve ventaja para González, si bien, en anteriores elecciones este tipo de encuestas han resultado sesgadas y flaquean en rigor. En todo caso, se vislumbra una tendencia en la que la correísta parece resistir frente al desgaste que acusa Noboa.

Tomás Rodríguez, doctor en Filosofía y experto en comunicación radicado en Guayaquil, cree que el escenario político actual en Ecuador mantiene la polarización de las elecciones de 2023.

«Habría que entender que hace menos de un año y medio hubo una segunda vuelta electoral. Es normal que los dos protagonistas de esa elección sigan siendo las figuras más reconocidas ahora. En la última elección, Daniel Noboa y Luisa González alcanzaron el 89 % de los votos válidos», manifestó a El Debate este analista al recordar que la exclusión de candidatos de centro-derecha dejó a ambos contendientes con la mayoría de apoyos.

A pesar de haber alcanzado una popularidad superior al 90 % en enero de 2024, la aprobación de Noboa cayó recientemente por debajo del 4 5%, lastrada por acusaciones de corrupción y tensiones internas con su vicepresidenta, Verónica Abad.

El absentismo electoral también emerge como un factor crucial en la segunda vuelta: «En la primera vuelta, la abstención fue de aproximadamente 2,5 millones de votos, cerca del 18 % del padrón. Las campañas están volcadas en movilizar a quienes no votaron, quienes anularon su voto y quienes votaron en blanco», detalla Rodríguez.

En un escenario tan polarizado, la reactivación de estos sectores podría ser más determinante que el respaldo que otorguen a uno u otro aspirante presidencial los candidatos eliminados.

Respaldo indígena a González

El reciente anuncio del dirigente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie), Leonidas Iza, a la candidatura de González, podría decantar la balanza electoral.

Rodríguez califica este respaldo como «hecho inédito» en la historia del correísmo, puesto que las comunidades indígenas fueron perseguidas y criminalizadas durante el Gobierno de Rafael Correa (2007-2017).

«Es la primera vez que la Conaie apoya a una candidata de esta tendencia. Aunque los votos no son endosables, los 539.000 votos obtenidos por Leonidas Iza representan una base importante», explica.

Especialistas estiman que el 80 % de los votantes de Iza podrían respaldar a González por afinidad programática

Sin embargo, advierte que no necesariamente serán definitorios del resultado final puesto que hay movimientos indígenas más proclives a Noboa. Con todo, especialistas estiman que el 80 % de los votantes de Iza podrían respaldar a González por afinidad programática.

El politólogo Santiago Basabe, profesor de la Universidad San Francisco de Quito, cree precisamente que el apoyo abierto de Iza a González, «podría ser el detonante para optar por la candidatura de Noba» para muchos indecisos. Lo justifica en que el dirigente indígena es percibido entre algunos sectores centristas y de clase media como antisistema y con mala prensa por su protagonismo en las radicales protestas sociales de 2019 y 2022.

Propaganda y posteo

Para Yadira Aguagallo, socióloga y directora de comunicación de la consultora ICARE, con sede en Quito, el hecho de que el escenario electoral esté protagonizado por dos candidatos ya conocidos, favorece enormemente, en términos de comunicación y campaña.

«Si analizamos la crisis de los relatos políticos, vemos que antes existía un esfuerzo por construir proyectos de largo aliento que pudieran seducir al electorado. Pero hoy, el relato electoral se centra en solucionar problemas inmediatos y construir una narrativa de «vivir y postear», asegura aludiendo a la expresión acuñada por el filósofo coreano Byung-Chul Han en contraposición a la experiencia de antaño de «vivir y narrar».

En este sentido, Daniel Noboa, por ser presidente y candidato a la vez, tiene la ventaja de gozar del aparato estatal para generar constantes ciclos de información, principalmente a través de redes sociales. Por su parte, Luisa González «ya ha ocupado espacios de comunicación a lo largo del mandato de Noboa, lo que facilita que también pueda sostener una narrativa digital», apunta Aguagallo.

Noboa de cartón

Las estrategias de comunicación en la campaña entre los dos contrincantes parecen más centradas en la forma que en el contenido, según la experta. Y muy a tono con los tiempos que corren, el candidato presidente se deja ver a través de un muñeco de cartón, idea que irrumpió con fuerza en la elección que lo llevó a la Presidencia en 2023.

Una imagen del presidente de Ecuador, Daniel Noboa, este sábado, en un hostal de Olón (Ecuador).

Una imagen del presidente de Ecuador, Daniel Noboa, este sábado, en un hostal de Olón (Ecuador).EFE/ Carlos Durán Araújo

«Si recorres las ciudades de Ecuador, verás figuras de cartón del presidente en ventanas de casas, en diferentes escenarios: con ropa deportiva, en el gimnasio, con su equipo de correr. Esto permite a la gente sacarse una selfie con el Noboa de cartón, convirtiendo el acto de apoyo político en un contenido digital efímero. No hay un proyecto detrás, sino una interacción inmediata que refuerza la visión del vivir y postear», aseguró la experta en comunicación.

Proceso electoral desdibujado por la violencia

Por otro lado, la violencia ha desdibujado por completo la tradicional teatralidad electoral en Ecuador, un país donde acudir a las urnas era hasta no hace mucho una jornada verdaderamente de fiesta democrática.

«La violencia transforma la forma en que se viven las elecciones. Antes, la campaña incluía actos masivos, recorridos y contacto directo con la gente. Hoy, los candidatos deben moverse con chalecos antibalas, cascos y rodeados de anillos de seguridad», explicó la comunicadora.

Desde la peor pesadilla ocurrida en la campaña de 2023 en la que fue acribillado a tiros a la salida de un mitin el candidato presidencial Fernando Villavicencio, muy crítico con la delincuencia organizada, la experiencia del votante también ha cambiado. Así, los recintos electorales, que antes eran espacios de encuentro social y comercio, se han convertido en entornos restringidos y vigilados.

Ante este contexto, los equipos de campaña han buscado soluciones creativas para mantener la exposición del candidato sin poner en riesgo su seguridad. Ahí es donde estrategias como el «Noboa de cartón» cobran sentido: reemplazan una teatralidad por otra, adaptada a la era digital y a un entorno de inseguridad.

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