El referéndum sobre el Esequibo en Venezuela: ¿útil para qué?
El Gobierno está armando la excusa perfecta para declarar un Estado de Emergencia previsto en la Constitución y suspender las elecciones presidenciales del 2024
Con un ostentoso despliegue publicitario por todo el país, y con grandiosos conciertos de música popular (y cierto nivel de coacción a los empleados públicos y a sus propios militantes), el Gobierno nacional de Venezuela ha convocado, a través del Consejo Nacional Electoral (CNE), un referéndum consultivo (a realizarse el 3 de diciembre), para que la gente exprese su opinión acerca de la situación creada con Guyana, respecto a nuestra reclamación territorial sobre el territorio esequibo.
La opinión mayoritaria, salvo para el Gobierno, quien lo ha calificado como el gran instrumento para la «defensa del Esequibo», es que el referéndum es innecesario, pues es obligación constitucional del Estado la defensa de la integridad territorial, además de inútil y sin efecto legal, pues no tiene carácter vinculante.
Adicionalmente, se ha señalado que constituye un riesgo político, pues podría debilitar la posición venezolana en el caso de que ocurra una baja participación o la gente vote «NO».
Las cinco preguntas que conforman la consulta son:
¿Está usted de acuerdo en rechazar por todos los medios, conforme al derecho, la línea impuesta fraudulentamente por el Laudo Arbitral de París de 1899, que pretende despojarnos de nuestra Guayana Esequiba?; respecto a la cual hay que decir que ese es un hecho ya consumado, y por eso el Acuerdo de Ginebra, por eso, la opinión general de que es la única a la cual podría responderse con un «SÍ».
Las cuatro preguntas restantes, son generadoras de una gran controversia.
¿Apoya usted el Acuerdo de Ginebra de 1966 como el único instrumento jurídico válido para alcanzar una solución práctica y satisfactoria para Venezuela y Guyana en torno a la controversia sobre el territorio de la Guayana Esequiba?
¿Está usted de acuerdo con la posición histórica de Venezuela de no reconocer la jurisdicción de la Corte Internacional de Justicia para resolver la controversia territorial sobre la Guayana Esequiba?; la cuestión aquí es que estas dos preguntas representarían un apoyo a la postura del Gobierno de no reconocer la autoridad de la CIJ para tratar la controversia territorial.
¿Está usted de acuerdo en oponerse por todos los medios, conforme al derecho, a la pretensión de Guyana de disponer unilateralmente de un mar pendiente por delimitar, de manera ilegal y en violación del derecho internacional?; la cual omite el hecho de que fue el Gobierno de Chávez, con Maduro de canciller, quien autorizó a Guyana, desde el 2004, a explorar y hacer acuerdos con empresas privadas para explotar los recursos naturales de la zona en reclamación.
¿Está usted de acuerdo con la creación del estado Guayana Esequiba y que se desarrolle un plan acelerado para la atención integral de la población actual y futura de ese territorio, que incluya, entre otros, el otorgamiento de la ciudadanía y cédula de identidad venezolana, conforme al Acuerdo de Ginebra y el derecho internacional, incorporando, en consecuencia, dicho Estado, en el mapa del territorio venezolano?
Respecto a la última pregunta del referéndum, el rechazo opositor es casi unánime, pues abren la puerta a una amenaza y hasta a su interpretación como una declaración de guerra, al consultar acerca «de una acción de ocupación de territorio, la creación de un nuevo Estado venezolano (el Esequibo) y la cedulación de la población del territorio en disputa»; pero además pide opinión acerca de utilizar «cualquier medio, dentro del Estado de derecho» disponible para recuperar el territorio esequibo, lo cual incluye, aunque no nos guste, el uso de la fuerza armada cuando se trate de defender la integridad territorial frente a una acción externa, es decir, la guerra.
Abre la puerta a una amenaza y hasta a su interpretación como una declaración de guerra
Pareciera, entonces, que nos preparamos para la confrontación bélica con Guyana, para lo cual no estamos listos, o bien, para los más suspicaces, que el Gobierno está armando la excusa perfecta para declarar un Estado de Emergencia previsto en la Constitución, y suspender las elecciones presidenciales del 2024.
Mientras tanto el Gobierno podría pretender aprovechar la oportunidad para movilizar lo que le queda de apoyo popular, y neutralizar el efecto político del rotundo éxito de las primarias opositoras y la creciente popularidad de su candidata María Corina Machado.
Demás esta decir que, pese al discurso descalificador del Gobierno contra los que critican el referéndum, junto a su señalamiento como «traidores a la patria», lo cierto es que la oposición ha apoyado, desde el 2021, el 'Acuerdo para la ratificación y defensa de la soberanía de Venezuela sobre la Guayana Esequiba', y más recientemente el 'Acuerdo Parcial para la Protección de los Intereses Vitales de la Nación'; así mismo, liderizados por María Corina Machado, más de treinta diputados presentaron ante la Asamblea Nacional, una propuesta de «Ley Para la Defensa y Desarrollo de la Fachada Atlántica de Venezuela», como instrumento legal para la acción sobre el territorio esequibo.
¿Para qué entonces, el referéndum, si todos están de acuerdo en que el Esequibo es venezolano?