Las ciudades ya cuentan con el marco legal para establecer peajes a la circulación
Zonas de Bajas Emisiones
El Gobierno crea un peaje que permite a los coches sin etiqueta circular por las ciudades
Las Zonas de Bajas Emisiones limitarán la circulación de más de cuatro millones de coches a partir de enero
Adías de la entrada en funcionamiento de las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) en las ciudades de más de 50.000 habitantes, prevista para el 1 de enero de 2023, se suceden las noticias encontradas. Algunas difíciles de entender.
Por un lado, algunas ciudades como Madrid, Gijón o Barcelona tienen ya sus ZBE en funcionamiento desde hace meses, mientras que decenas de consistorios de los 150 municipios previstos en el plan inicial piden una moratoria por no llegar a tiempo a su aplicación.
Las ciudades no están preparadas
El plan ha sido dotado de herramientas legales por el ejecutivo de Pedro Sánchez durante los últimos meses, que ha articulado la legislación adecuada para que pueda ser aplicado por los ayuntamientos de las 150 ciudades. Entre las herramientas menos populares está la creación por la DGT de una multa de 200 euros a los conductores que infrinjan las ZBE, sanción incluida en la última Ley de Tráfico en vigor desde el mes de marzo.
Madrid 360 es la aplicación que hace el ayuntamiento de la capital de las ZBE
Es precisamente este uno de los aspectos más polémicos, pues el Gobierno central deja en manos de los consistorios su aplicación y el desarrollo de su funcionamiento, lo que significa que las limitaciones concretas a la circulación en función de las etiquetas o los horarios prohibidos a la circulación es una decisión que compete a las alcaldías.
Peaje encubierto
La última herramienta legal, en proceso de aprobación en el Parlamento, es la creación de una tasa para circular por el interior de las ciudades que los ayuntamientos pueden decidir aplicar o no a voluntad. Esta tasa, que no es más que un peaje encubierto, permitiría que los ayuntamientos cobren a los coches sin etiqueta por circular por centro de las ciudades.
El Gobierno especifica incluso el precio de este peaje, que debería ser similar al precio de aparcar en un parking público en el municipio.
El precio del peaje que nadie quiere
La FEMP, Federación Española de Municipios, ya ha mostrado su malestar públicamente contra la misma, pues no se trata de que quién contamine pague más, sino que se trata de evitar las emisiones contaminantes.
Las ZBE ya en funcionamiento en municipios como Alcobendas, Madrid
La FEMP se decanta por establecer limitaciones horarias y diarias a la circulación en función de episodios punta de contaminación, pero que en ningún caso se permita circular a vehículos contaminantes pagando.
Este organismo se queja también de que el Gobierno les deja solos y les ha colocado en su mesa el problema de medida muy impopular en pleno año electoral, por los que muchos municipios abogan ya públicamente por su retraso.
