DGT
Las carreteras españolas en las que la Guardia Civil de Tráfico ha colgado los guantes y ya no pone multas
La red nacional de carreteras españolas ocupa más de 175.000 kilómetros, aunque hay zonas donde no dispone de competencias directas para multar
Tal y como es sabido la regulación y la ordenación del tráfico en España es competencia de la Dirección General de Tráfico (DGT), el máximo organismo rector que en este caso depende del ministerio del Interior.
La DGT es la encargada de elaborar el Reglamento General de Circulación, que es el conjunto de normas y señales que regulan el tráfico en las calles y carreteras de toda España, un código de circulación que la Guardia Civil de Tráfico y la Policía Municipal de cada ciudad se encargan de aplicar.
Un sólo reglamento
Conviene aclarar que este reglamento es común para toda España y de obligado cumplimiento, y que tan sólo admite modificaciones promovidas por la propia DGT o por los organismos europeos competentes con el objetivo de armonizar la circulación en todos los países comunitarios.
A partir de aquí es cierto que el Gobierno ha transferido ya las competencia de tráfico a tres comunidades, en las que ni la DGT ni la Guardia Civil de Tráfico cuentan con competencias directas, sino que cada una dispone de su propia DGT y de un cuerpo policial que vela por el cumplimiento del código de circulación, que en este caso y tal y como hemos dicho sí es común.
Organismos locales
El País Vasco fue la primera comunidad en recibir las competencias de tráfico de manos de Felipe González, una cesión de competencias muy discutida en su momento y que le dio el poder regulatorio sobre los más de 20.000 kilómetros de carretera que componen la red vasca.
En este caso quedan bajo la autoridad del departamento de tráfico del País Vasco, que se sirve de la Ertzaintza. Recauda anualmente en torno a los 12 millones de euros en multas.
El caso catalán
Las cesión de competencias a Cataluña se produjo en 1998, fue obra de José María Aznar. El Servicio de Tránsito Catalán se encarga del control de los más de 12.000 kilómetros de carreteras mediante los Mossos d'Esquadra, con una recaudación anual por multas superior los 80 millones de euros.
Por último, en la Diputación Foral de Navarra la cesión de competencias es del año pasado, obra de Pedro Sánchez, y ha supuesto la salida de la Guardia Civil de Tráfico. Actualmente la recaudación por multas se sitúa en torno a los cuatro millones de euros para 3.900 kilómetros de carretera.
En estos tres territorios españoles ni la Guardia Civil de Tráfico ni la propia DGT tiene competencia directa para multar a los conductores.