El garaje de el Soso
Un Lamborghini, cuatro BMW, un Audi RS3 y una MV Agusta: el impresionante garaje de la trama de los narcos
Los BMW en todas sus variantes son protagonistas de un garaje en el que destaca la presencia de un Lamborghini descapotable en color verde militar
Un reciente operativo policial ha concluido con la detención del jefe de la Sección de Delitos Económicos de la Jefatura Superior de Policía de Madrid, Óscar Sánchez Gil, más conocido entre sus compañeros como el Anodino o el Soso.
Tenía 20 millones de euros en efectivo, pero una de las cosas más llamativas de la operación ha sido la espectacular colección de coches que tenía la trama, entre los que destaca un Lamborghini Huracán Spyder, sin duda la pieza más simbólica de su garaje... sobre todo después de que Pedro Sánchez hablara negativamente de los compradores de este tipo de coche.
Menos Lamborghini
Hablamos de un vehículo de casi 300.000 euros, con 640 caballos de potencia y una velocidad punta de 325 kilómetros por hora con un 0-100 km/ de 3,1 segundos. Un verdadero super coche y sin duda la pieza más valiosa de la colección, con permiso de algunos de los BMW.
Entre los BMW destaca un XM, el mismo que conducen muchos jugadores del Real Madrid, un vehículo híbrido de más de 5 metros que cuesta 200.000 euros y tiene 650 caballos de potencia, capaz de alcanzar los 250 km/h con un 0-100 km/h de 4,1 segundos.
No pasa desapercibida su afición por los BMW con otra unidad, en este caso un M4 de 430 caballos que cuesta 100.000 euros con una velocidad máxima de 250 km/h y un 0-100 km/ de 4,1 segundos.
El garaje se completa con otros modelos más modestos como BMW Serie 3 o un Audi RS3, en este caso con 400 caballos y 90.000 euros de precio.
Todo ello sin dejar de lado una motocicleta de gran potencia, en este caso algo tan especial como es una MV Agusta con un precio de venta en torno a los 15.000 euros.
A los detenidos se les imputan provisionalmente delitos de tráfico de drogas, cohecho, blanqueo, organización criminal y omisión del deber de perseguir delitos a la espera del desarrollo de la investigación.