Práctico
Bruselas fuerza a España a subir el precio del diésel para que sea más caro que la gasolina
Hace años que el gasóleo goza de ciertos beneficios fiscales. Tradicionalmente ha sido el combustible más mimado por Bruselas a causa de su elevada implantación profesional
Corrían los años 80 cuando desde Europa quisieron favorecer el transporte por carretera de personas y mercancías en territorio comunitario, para ello redujeron los impuestos del gasóleo frente a la gasolina, que entonces era considerado el combustible de los ricos y que se consumía fundamentalmente en el ámbito particular.
Carburante de ricos y pobres
Esta diferencia impositiva a favor del gasóleo se ha mantenido hasta nuestros días, lo que propició a finales de los 90 y a principio de este siglo el boom de los motores turbodiésel, una tecnología que alcanzó una cuota de mercado en Europa superior al 60 %, una verdadera barbaridad.
Ahora, con una cuota de mercado entre los coches usados que aún supera el 50 %, Bruselas se plantea eliminar cualquier tipo de beneficio sobre este carburante para acabar con los motores diésel. Para ello está obligando a los estados miembros de la Unión Europea a eliminar cualquier tipo de privilegio.
11 céntimos por litro
Bruselas bonifica la adopción de este tipo de medidas con transferencias de fondos comunitarios a los países que las apliquen, por lo que el Gobierno de España se apresuró hace unas semanas a anunciar una reducción en los beneficios impositivos del diésel, lo que se traduciría en una subida de algo más de 11 céntimos por litro de gasóleo.
Actualmente el litro de gasolina está gravado con 46 céntimos de impuestos, por 33 del litro de diésel, a lo que habría que sumar el IVA y el tramo autonómico. De este manera si finalmente el Ejecutivo aprueba la medida se alcanzaría la práctica igualdad de precios entre ambos combustibles.
El gasóleo subirá en breve
Hace solo unas semanas que el Gobierno se vio obligado a retirar la subida del diésel del paquete de medidas fiscales aprobado recientemente por la oposición de algunos partidos políticos de la órbita de Sánchez.
Por esta razón el Gobierno se plantea ahora su aprobación inmediata mediante un Real Decreto-Ley, lo que no evita que deba pasar por el Congreso, donde se va a encontrar de nuevo con serias dificultades para salir adelante.
Aunque en este caso al haberlo desligado de otras medidas como el impuesto a las energéticas parece más cercano que a partir del año que viene estemos pagando el diésel unos 11 céntimos más caro por litro.