Tecnología
Toyota pincha el globo del hidrógeno: no parece una alternativa real al coche eléctrico
Los vehículos de hidrógeno producen electricidad sobre la marcha, algo así como llevar una refinería en el maletero para producir combustible en un coche de gasolina
El paso de los años ha convertido al hidrógeno en la eterna promesa del automóvil, algo así como los coches voladores, pues de haberse cumplido las predicciones de los años 80 y 90 estos deberían llenar hoy las calles y los cielos de las ciudades.
El paso del tiempo y las ingentes cantidades de dinero invertidas por Toyota, BMW y Hyundai entre otros, está demostrando que se trata de una alternativa poco funcional a la hora de mover coches.
Baja eficiencia energética
La clave estaría en que la rapidísima evolución de los coches eléctricos ha permitido que su precio baje de manera exponencial, con lo que invertir más dinero en el hidrógeno está perdiendo sentido casi por completo cuando las baterías son cada vez más baratas e incrementan la autonomía de los coches de manera brutal.
Los coches movidos por hidrógeno, la mayor parte de ellos de pila de combustible, cuentan con una pequeña fábrica de electricidad en su interior mediante una reacción química entre el hidrógeno y el oxígeno, algo que está perdiendo el sentido dada la citada evolución de las baterías.
Una refinería en el maletero
Esta opción sería comparable a llevar dentro de un coche de gasolina una refinería de combustible en lugar del depósito de combustible.
En el caso concreto del hidrógeno, la clave está en la eficiencia energética, pues mientras que los coches de hidrógeno firman un 22 % de aprovechamiento energético, los eléctricos de batería alcanza el 72 %, sencillamente inigualable.
Tal y como indican los expertos, el gran problema del hidrógeno es su volatilidad, durante el transporte son habituales pérdidas muy importantes, un problema que se repite en la propia hidrogenera e incluso en el depósito de los coches. De hecho, bastan dos semanas para que el depósito de hidrógeno de un coche se vacíe por completo cuando no lo usamos.
El paraíso del hidrógeno
California ha sido hasta ahora la tierra prometida para los vehículos de hidrógeno, allí ha llegado a haber un parque móvil de más de 12.000 vehículos de hidrógeno y los problemas no han hecho más que crecer para sus usuarios.
Shell, propietaria de 7 de las 55 hidrogeneras que hay en California decidió cerrarlas hace meses. Además de las pérdidas del hidrógeno, estas estaciones de servicio solo funcionan con un rango de temperaturas estable, es decir, que no pueden funcionar cuando hace mucho frío ni mucho calor.
Problemas funcionales que han hecho que se haya constituido una asociación de usuarios de coches de hidrógeno que ya plantean demandas millonarias a los fabricantes.
Además de Toyota, que ha visto como las ventas del Mirei se desplomaron los últimos meses, Hyundai ha confirmado recientemente que ha perdido hasta 20.000 euros por cada uno de los Nexo que ha vendido, su modelo estrella.
¿Un punto de inflexión?
La situación ha cambiado de manera dramática para esta tecnología desde que en 2014 el mandamás de Toyota, Akio Toyoda, declarara que el lanzamiento del Mirai era un «punto de inflexión» para el automóvil. Recientemente, el director tecnológico de Toyota ha declarado que «no puede confirmar que el futuro del hidrógeno sea brillante», relegando a esta tecnología a un carburante para camiones, autobuses y furgonetas.
A día de hoy Toyota ha matriculado unas 28.000 unidades de hidrógeno, unas ventas que se han desplomado desde 2021. De hecho, la firma nipona es partidaria de llevar adelante un acuerdo de colaboración con Hyundai y BMW, sus principales valedores, para no abandonar la vía del hidrógeno y centrarla en los vehículos industriales.