Un clásico de la Ndrangheta

Umberto Bellocco, conocido por el apodo de Assu i Mazzi en los ambientes criminales, tardó en alcanzar la condición de capo de una cosca de la Ndrangheta calabresa, pero desde ese momento le faltó tiempo para ser el artífice de la creación de una nueva organización criminal en Apulia: la Sacra Corona Unita, en oposición a la «Nueva Camorra Organizada» de Raffaele Cutolo. Era el principio de la década de los ochenta y había que tener osadía para enfrentarse directamente al entonces todopoderoso Cutolo. La tuvo.

Pero eso también implicaba estar en el punto de mira de un poder italiano, político y judicial, por fin decidido a perseguir sin contemplaciones a las organizaciones que conformaban –y siguen conformando– lo que se conoce como la Mafia. Así las cosas, Bellocco fue detenido por primera vez en Lecce en junio de 1983.

Condenado a tres años de prisión por posesión ilegal de armas de fuego, más adelante también fue acusado de varios asesinatos, extorsión, tráfico de drogas y asociación delictiva de tipo mafioso, pero fue absuelto en muchos de sus juicios. Aunque no liberado de los barrotes, pues se interpuso una condena a 14 años por tráfico de drogas.

En julio de 1988 fue puesto en libertad por haber expirado su pena de prisión y, como buen capo, pasó a la clandestinidad. Aprovechó ese periodo para ascender dentro de la estructura central de la Ndrangheta, más precisamente en el seno de la comisión interprovincial creada en 1991, después de la segunda guerra de la mafia calabresa.

El disfrute del poder fue de corta duración, pues volvió a ser detenido dos años más tarde. En esta ocasión, la estancia carcelaria se prolongó más de dos décadas, tiempo en el que Bellocco no permaneció inactivo: ha quedado probado que Bellocco intentó afianzar su liderazgo y que él y sus socios más cercanos no sólo habrían tenido amplia disponibilidad de armas, sino que, incluso como presos, habrían intentado en la buscar otras más poderosas.

La liberación definitiva de Bellocco se produjo en 2014, pasando los últimos años de su vida tranquilamente y rodeado de sus familiares. Pero manteniendo la influencia: en noviembre de 2017 finalizó la «Operación Lampo», llevada a cabo por los carabineros, y cuyos responsables habían logrado penetrar entrado en el mercado local de pescado y cocaína. Siempre avalados por Bellocco.