Ramón Gómez Vivancos (1933-2024)
Polifacético empresario almeriense
Empezó de aprendiz en una farmacia, y tomó la iniciativa en diversos sectores, desde la creación del Automóvil Club de Almería hasta la del Complejo de Bayyana
Ramón Gómez Vivancos
Vivancos nació el 2 de agosto de 1933 en Almería, donde falleció el 27 de diciembre de 2024
Empresario autodidacta, desarrolló negocios en diversos sectores que contribuyeron a potenciar el tejido empresarial de Almería, cuya Cámara de Comercio presidió entre 1979 y 1983
Almeriense de segunda generación -fue su padre, el cartaginense Antonio Gómez Egea quien se afincó en la ciudad andaluza-, Ramón Gómez Vivancos pudo no haber sido un importante empresario de haber carecido de fuerza de voluntad cuando, con 8 años, una lesión en la rodilla desembocó en una osteomielitis. Varias intervenciones quirúrgicas, los efectos de una penicilina por entonces novedosa en España y su afán de superación le permitieron, con el paso de del tiempo, recuperar la movilidad en ambas piernas.
Derrochó carácter al empezar a trabajar con 14 años en una céntrica droguería almeriense. Un lustro más tarde ya ejercía como agente de ventas de platós para uvas. De allí se metió en un negocio hilandero, a raíz de otra aventura empresarial pobló de pitas cientos de hectáreas en la zona del cabo de Gata, comercializó ácido bórico cuando nadie lo hacía en España y creó el complejo de Bayyana, a partir del cual surgieron los premios culturales homónimos. También dirigió un club de fútbol local e impulsó la Escudería Costal del Sol y el Automóvil Club de Almería, plataformas que posibilitaron que por aquellas tierras pasase el Rallye de Montecarlo: en 1972 transcurrió una etapa y, al siguiente, la salida de la legendaria carrera.
El currículum de Gómez Vivancos ya era lo suficiente abultado en 1979, fecha en que, una vez recuperada la democracia, se celebraron las primeras elecciones a la Cámara de Comercio tanto en Almería como en el resto de España. Encabezó la lista vencedora en su ciudad natal. Desde esa poderosa atalaya, tuvo la idea de organizar la primera exposición comercial agrícola de Almería, cuya primera edición se celebró en 1980 en el Puerto de Almería, y organizó dos misiones comerciales a Europa y Oriente Medio para promocionar las hortalizas almerienses. También defendió ante el Ministerio de Comercio la libre exportación para los productos hortofrutícolas almerienses, en un momento en el que se fijaban cupos semanales. Tampoco se olvidó del resto de la provincia: no escatimó esfuerzos para que Roquetas de Mar tuviese su Palacio de Congresos. Una lista de logros que no es exhaustiva.