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Cosas que pasanAlfonso Ussía

De palacio

Me permito poner en duda la reacción de la señora Von der Leyen cuando se entere en qué se gasta el dinero comunitario nuestro palaciego presidente del Gobierno

Actualizada 03:11

Ya era hora. El Palacio de las Marismillas de Doñana se caía a pedazos. Pedro Sánchez, su mujer, sus suegros, los padres de Sánchez, las niñas, las amigas de las niñas, los amigos de Sánchez, las mujeres de los amigos de Sánchez, las amigas de Begoña, los maridos de las amigas de Begoña, el cuñado, la mujer del cuñado, el masajista de él, la manicura de ella, y todos los demás, lo pasaban fatal cuando pasaban allí sus vacaciones. Pobres criaturas, lo que han tenido que sufrir y padecer. Como la sirvienta de Los extremeños se tocan de mi señor abuelo, don Pedro Muñoz-Seca.

¡Qué desgracia es la desgracia
De vivir en la estrechez!
¡Qué ganas tengo, Dios mío
De morirme de una vez!

Al fin, arreglado. De los Fondos de Ayuda de la Comunidad Europea, adelantándose al derrumbamiento, Sánchez ha dispuesto de una calderilla, apenas 350.000 euros, para evitar que le caiga una teja sobre el occipucio, y ha ordenado una serie de obras «en Palacio». Porque así lo consigna la empresa constructora en su detallada factura, que ha sacado a la luz El Debate. «Trabajos bajo cubierta principal 'de Palacio'», 49.599 euros.

Las cosas «de Palacio» van despacio
–dijo un día Godoy en Aranjuez–.
Y Sánchez ha ordenado que «en Palacio»
Se hagan las obras pronto y de una vez.

Así, mientras los damnificados por el volcán de La Palma siguen palmados, Sánchez, con dinero europeo para ayudas, ha decidido que el más necesitado de ayudas comunitarias es él. Nada que objetar. Además de restaurar aleros en los hastiales, la cubierta principal «de Palacio», embellecer balcones en voladizos, tratar xilófagos, y mejorar la seguridad y salud, ha destinado 5.751, 80 euros, a fortalecer la cubierta de la capilla, cuando allí no hay sacerdote, nadie dice la Misa y ni un solo invitado acude al oficio dominical.

Porque es cierto y verdadero
Que en Sánchez no hay devoción,
Desde que hizo pinturero
Vestido de marinero
La Primera Comunión.

Pero la cantidad más alta la ha dedicado a «trabajos en solárium y sala anexa» por 40.455,59 euros, y «comedor y pinturas» por 46.371,50 euros.

Desnudos toman el sol
De forma laxa y conexa
Y si quema el arrebol
Del duro sol español
Se van a la sala anexa.

Las pinturas del comedor no están bien explicadas. Se trata de un detalle confuso. El valor de pintar un comedor no puede asumirlo el contribuyente por 46.371, 50 euros. Puede tratarse de la adquisición de alguna obra de arte del gusto de doña Begoña, una pintura feminista, trisexual, o simplemente transversa, binaria o transgénero, recomendada por Irene Montero. En tal caso, el precio se me antoja discreto y aceptable.

No obstante, me permito poner en duda la reacción de la señora Von der Leyen cuando se entere en qué se gasta el dinero comunitario nuestro palaciego presidente del Gobierno. No es necesario el solárium para ponerse moreno, ni la sala anexa para descansar del sofocón. Las Marismillas está a pocas decenas de metros de una playa. Y además, tiene piscina. No puedo asegurar si con trampolín o sin trampolín, pero piscina tiene. Ya lo dice el famoso pareado.

Aunque simule el hortera…
¡No hay manera!
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