Fundado en 1910
HorizonteRamón Pérez-Maura

Cuando la izquierda elogia a Hitler (y no pasa nada)

Si lo hubiera dicho un ministro del brasileño Bolsonaro ardería Troya a estas horas

Actualizada 04:30

Me cuento en el número de los que creen que el diputado de Vox, José María Sánchez, no tuvo un buen día cuando se le ocurrió comparar a Pedro Sánchez con Hitler. No porque nuestro presidente del Gobierno no tenga dejes autoritarios –tiene demasiados– sino porque el grado de la barbarie de Hitler, y de Stalin, no es equiparable a nada que vivamos en España hoy –aunque sí en otras partes de Europa–. Yo celebro mucho cuando veo a izquierda y derecha unidas en la denuncia del nazismo. Pero me desespera cuando veo que la izquierda no hace una condena del estalinismo equiparable a la que hace la derecha del nazismo. Ni equiparable ni casi ninguna. A la izquierda casi siempre se le olvida criticar lo que hicieron mal los que un día fueron sus ídolos.

No quiero dedicar estas líneas a denunciar el estalinismo. Creo que es innecesario. Sí creo que es muy preocupante la doble moral que se aplica en la política española y los gestos de ruido y furia que se emplea contra políticos, personalidades públicas y periodistas no afectos a la patulea que nos gobierna. Es muy aburrido tener que repetir los ejemplos tan cansinos que padecemos, pero recordemos cómo no se puede mencionar que Arnaldo Otegui es un terrorista que ha cumplido parte de su pena, o que la anterior directiva de Esquerra Republicana era golpista, porque si lo haces te llaman fascista. Pero la izquierda puede exaltar la figura de un tirano como Nicolás Maduro, que sigue torturando a su pueblo cada día, o pueden decir que el régimen de Cuba es un gran defensor de los derechos humanos y se quedan tan anchos. Defender a tiranos asesinos les sale gratis.

Pensaba en esto el jueves por la tarde cuando saltó la noticia, verdaderamente notable, de una declaración del presidente del Consejo de Ministros del Perú, Aníbal Torres. Torres ha tenido la idea de copiar las Cortes Trashumantes de Franco y llevarse las reuniones del Gobierno por distintas partes del Perú. Este 7 de abril ha tocado ir a Huancayo, donde para resaltar la importancia de descentralizar el país ha señalado la necesidad de dotar al Perú de una buena red de infraestructuras de transporte –hasta ahí impecable– y entonces se le ha ocurrido poner como buen ejemplo de apuesta por las infraestructuras a… Adolfo Hitler, que habría convertido a su país en una primera potencia mundial al llenar Alemania de carreteras y aeropuertos, según ha recordado el presidente del Consejo de Ministros peruano. Comparen eso con la declaración de José María Sánchez en el Congreso de los Diputados. Claro que este Sánchez es de Vox y la carrera política de Aníbal Torres se circunscribe a su apoyo al ultraizquierdista Pedro Castillo, antaño conocido como Sombrero Luminoso. Y a esa gente se le perdona todo.

Tampoco se crean que Torres tiene una formación académica como la del presidente Castillo, que es casi iletrado, el pobre. En su extenso currículo Torres ha sido consejero y decano del Colegio de Abogados de Lima, decano de la Facultad de Derecho y Ciencia Política de la Universidad de San Marcos, presidente de la Junta de Decanos de los colegios de abogados del Perú, presidente honorario de la Academia Peruana de Leyes… Lo que se dice iletrado no debe ser este exaltador de parte de la obra de Hitler. Y Torres entró en política en 2021 como principal asesor legal de Perú Libre, el partido de Pedro Castillo que ganó las elecciones. De ahí pasó a ser ministro de Justicia y Derechos Humanos en julio del año pasado y presidente del Consejo de Ministros en febrero de 2022.

Si eso lo hubiera dicho un ministro del brasileño Bolsonaro ardería Troya a estas horas. Estoy esperando a ver si alguien al menos enciende un pitillo ya que lo ha dicho la mano derecha de Sombrero Luminoso.

comentarios

Más de Ramón Pérez-Maura

  • ¡Rusia es culpable!

  • Los principios de Feijóo

  • Las similitudes entre Orbán y Feijóo

  • perezmaura
  • En el centenario de un santo

  • Seis meses

  • tracking