Seis meses
«Un periódico que cubra el hueco que otros han abandonado –en uso de su libertad– a lo largo de los últimos meses o años. Un periódico en el que podamos volver a decir algo tan sencillo como lo que decíamos ayer»
Hoy hace seis meses que reapareció este periódico que está usted leyendo. Revivíamos la cabecera creada en 1910 y consolidada por don Ángel Herrera Oria en esa década y la de 1920. Decíamos en el primer número de esta nueva etapa de El Debate que «hoy no hay un periódico que se rebele a la imposición del lenguaje políticamente correcto. Hoy no hay un periódico que tenga la libertad que da el sólido respaldo de un gran grupo con unos principios editoriales perfectamente definidos como queda apuntado en el primer editorial de la segunda era de El Debate. Por eso es un privilegio inigualable poder estar en primera línea en el renacimiento de un medio que aspiramos a convertir en una referencia del periodismo del siglo XXI como lo fue de la primera mitad del siglo XX. Un periódico que cubra el hueco que otros han abandonado –en uso de su libertad– a lo largo de los últimos meses o años. Un periódico en el que podamos volver a decir algo tan sencillo como lo que decíamos ayer».
El presidente de uno de los grandes grupos de comunicación españoles comentaba días atrás, con gran benignidad, que nos concede cuatro años de vida. Encantados de aceptar el reto. A ver de qué salud goza cada uno dentro de cuatro. Desde luego en esta Casa estamos muy contentos de haber conseguido marcar una línea editorial definida y con un enorme respaldo por parte de nuestros lectores, que consolidan un número de visitas diarias que para sí querrían medios con muchos más años que nosotros. Además, la fórmula de un diario en abierto está permitiendo el acceso a la información y a la opinión a todos sin excepción. Lo que hace que nuestra sección de opinión sea, con mucho, la más leída de la prensa española.
Una vez más estamos demostrando que la clave del éxito periodístico no son los instrumentos, ni la tecnología con la que se hace un medio de comunicación. Sin duda ambos elementos son importantes. Pero lo verdaderamente relevante son las personas, los periodistas. Y esa es la base más importante sobre la que se debe construir un proyecto. Como decíamos en el artículo del pasado 1 de octubre, algunos «poco a poco hemos confluido aquí a lo largo del último año porque hemos comprendido que en España ya no hay otro periódico que quiera sostener tres valores de nuestra sociedad: el catolicismo, los principios conservadores y la Monarquía. Como periodista, es un orgullo trabajar en un periódico que se proclama católico, porque don Ángel Herrera Oria dejó dicho con claridad, sin matices, que 'ante todo y sobre todo el periodismo católico ha de ser periodismo'».
Y créanme si les digo que desde que arrancamos son muchos más los periodistas que han venido a tocar a nuestra puerta a pedir empleo. Periodistas que están trabajando en la actualidad en medios de la competencia de largo recorrido y con un nombre prestigioso, pero que estarían dispuestos a venir a El Debate por un sueldo menor. Por desgracia, no es posible acoger tanto talento desencantado. Pero sí que me hace pensar en ese presidente de un grupo de la competencia al que me refería antes y que nos augura cuatro años de vida. Que Santa Lucía le conserve la vista y que Dios se ampare de sus accionistas y empleados.