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Cosas que pasanAlfonso Ussía

Nada humanitario

El mal uso del lenguaje de muchos políticos, periodistas y comentaristas permanece inalterable. Y sostenible en la inalterabilidad

Actualizada 15:57

Políticos, periodistas y comentaristas están empeñados en modificar el sentido de las palabras. Las catástrofes son humanitarias, los incendios devastadores humanitarios, y las inundaciones, también humanitarias. En el mundo actual, todo lo apreciable es sostenible aunque no se sostenga, y toda tragedia es humanitaria. El lobo merece un apoyo sostenible y no estable y el ganadero afectado por los ataques lobunos a lo más que puede acceder es a una comprensión humanitaria. En Antena 3 y demás cadenas de televisión y radio, los redactores de los informativos confunden a sus presentadores, que son los que dan la cara. Los confunden, porque también ignoran los presentadores que lo humanitario no es otra cosa que aquello que beneficia a la humanidad. Cáritas y los comedores que la Iglesia dispone diariamente para los indigentes, son humanitarios. Una catástrofe natural o provocada es una catástrofe humana, jamás humanitaria. Leo El Mundo desde que lo fundó Pedro J. Ramírez. Es un periódico vivo, libre y con grandes colaboradores. No entro en su fondo pero sí en su forma. En el editorial de hoy, cuando escribo, 7 de junio de 2023, en un sesudo y acertado texto, acusa a Rusia, con sobradas razones, de haber infligido a Ucrania un daño atroz y estremecedor volando la presa de Nova Kajovka.

La riada se ha tragado Jerson, ha dejado sin hogar a miles de familias y ha convertido en un terrorífico mar de fango y ruina decenas de miles de hectáreas de la nación invadida por los ejércitos de Putin y sus socios mercenarios. Y en un ladillo del editorial, es decir, en un párrafo escogido para atraer la atención del lector, el lector que conoce más o menos el significado de las palabras, se golpea con la confusión cuando pasa y repasa el párrafo en cuestión: «El ataque a la presa de Nova Kajovka ha provocado un desastre humanitario y medioambiental con miles de evacuados». Lo que ha provocado ese brutal ataque a la presa de Nova Kajovka es un desastre humano y medioambiental con miles de evacuados. Porque ese ataque no beneficia en nada a la humanidad, y por ello, es lo contrario que un hecho humanitario.

Pocos días atrás, un ganadero de ovejas en Cabezón de la Sal recibió, sin previa invitación, la visita de una manada de lobos. Su prado se sitúa en Las Navas, salida de Cabezón rumbo a Valdáliga. A menos de cincuenta metros de su prado, se alzan un polígono industrial y un gran establecimiento de Mercadona. Pues hasta ahí llegaron los lobos y le masacraron una decena de ovejas. En los últimos años le han matado 62 animales. Y claro, los periodistas le han preguntado qué se siente ante un desastre humanitario de esa índole. Y el ganadero no ha respondido, porque dice que de expresar lo que siente, la señora ministra que ama a los lobos y boicotea las fresas de Huelva, se puede enfadar y prolongar hasta la desesperación la compensación económica –y en este caso humanitaria– que le corresponde.

Estábamos en la redacción de Antena 3 de Radio –la verdadera– Santiago Amón y el arriba firmante preparando un programa y oyendo de fondo la retransmisión de los partidos de fútbol al mando de José María García. En el descanso, acudimos al estudio. Y Amón le hizo un ruego a García: «José María, usa de tu influencia, llama al colegiado que está arbitrando en San Mamés, y recomiéndale que suspenda el partido y no se dispute el segundo tiempo». García se mostró asombrado: «¿Por qué tiene que suspender el partido, Santiago?». «Porque has repetido seis veces que el resultado permanece inalterable, y como debes saber, lo inalterable no es susceptible de ser alterado. Y me parece mal que los jugadores se estén dando patadas, y al árbitro le digan cosas de su madre, y el público de San Mamés se muestre tan inquieto por el resultado, cuando el resultado, por inalterable, no se puede alterar».

Y ahí lo dejamos.

El mal uso del lenguaje de muchos políticos, periodistas y comentaristas permanece inalterable.

Y sostenible en la inalterabilidad.

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