El Rey da la cara, el presidente la espalda
Lo sucedido en Paiporta, y especialmente azuzados por su presencia, lo hemos visto todos. El dolor y el desamparo han reventado en un estallido de rabia que se ha dirigido contra todos
Los errores y la incapacidad de los responsables políticos, autonómicos y estatales en estos días trágicos, han sido clamorosos. Pero lo de Sánchez, no enviar de inmediato toda la ayuda posible y al ejército y dejar en el barro a los valencianos so pretexto de que no se lo han pedido, como si Valencia no fuera parte de la España que gobierna y sí una nación enemiga, es una infame canallada.
El presidente del Gobierno, de vuelta de su fiesta hindú, apareció por allí, visto y no visto, lejos del barro y de la gente, sin mancharse ni los zapatos ni tener contacto con las gentes. Y este domingo quiso aprovechar la visita del Rey Felipe, que desde el primer a había querido acudir al escenario de la catástrofe y llegar hasta los pueblos y vecinos más castigados, e impuso su presencia en la comitiva. La razón era muy obvia: utilizar al Rey de parapeto
Lo sucedido en Paiporta, y especialmente azuzados por su presencia, lo hemos visto todos. El dolor y el desamparo han reventado en un estallido de rabia que se ha dirigido contra todos. El Rey, apartando hasta el paraguas con que le quería tapar su escolta para protegerlo de las pellas de barro que le lanzaban, se ha dirigido a las gentes, a pecho descubierto y cuerpo a cuerpo ha escuchado, ha hablado, ha querido trasmitir apoyo y cercanía. Algunos jóvenes hasta han acabado abrazados a él. A su lado, es de justicia decirlo, ha permanecido en todo momento el presidente de la Comunidad Valenciana, Diego Mazón, blanco también de las iras populares.
La Reina Letizia ha sufrido por su parte un impacto de una pella de barro que le ha alcanzado en plena cara. Pero ha tenido idéntico comportamiento y terminado compartiendo lagrimas con una mujer del pueblo. Una voz femenina ha expresado en voz alta el sentimiento de bastantes: «Esto no tiene que ver con ustedes»
Nada nada más empezar el tumulto Pedro Sánchez, ahora dice Moncloa que por un protocolo, ha salido de allí a escape, dejando atrás a los monarcas y yéndose a refugiar en el Centro Adelantado de Mando Un escolta suyo ha recibido un palo que le han arrojado cuando caminaban hacia el vehículo.
Los Reyes han aguantado en Paiporta un largo y tenso rato, reacios a tener que marcharse y con el Rey dispuesto a proseguir después la visita programada a Chilva. Al final, y a pesar de sus deseos ha tenido que acceder a posponerla, pues parece estar decidido a realizar en otro momento. Esperemos que esta vez sin ir lastrado por Sánchez.
El Rey y la Reina han cumplido con su deber ante su pueblo, que es también él de aguantar su enfado, sus reproches y hasta su ira. Ha sido el suyo un gesto de valentía, de dignidad y de sentido del deber con lo que representan. El Presidente Sánchez ha huido de eso mismo y no hace falta que añada ningún calificativo. Seguro que ya lo han hecho ustedes.
Por mi lado si añadiría algo muy personal. Y es que uno puede tener una vieja alma republicana, pero que hay días, y este del 3 de noviembre de 2024 es uno de ellos, como lo fue aquel 3 de octubre de 2017, en que lo que le sale del corazón es un ¡Viva el Rey! Como una casa de grande.