Asesinan cristianos en el Mediterráneo: no pasa nada
No pensemos que esto nos cae muy lejos. Sucede en la orilla del mismo mar Mediterráneo que baña las costas de España. Estoy ansioso por oír a todos esos portavoces del wokismo salir a manifestar su comprensión
Siempre hay alguien a quien masacrar. En algunas regiones del mundo el valor de la vida es casi cero, especialmente cuando desde la fe prometen decenas de huríes si mueres por Alá. Así que a diferencia del escándalo internacional que se alzó en Europa -que no en Oriente Medio- por los bombardeos de Gaza -recordemos que en respuesta a la masacre de 7 de octubre de 2023- en este momento hay una indiferencia casi total a lo que está ocurriendo en Siria. Allí, lo que algunos medios mencionan de pasada como enfrentamientos entre el nuevo Gobierno y resistentes pro Assad es cualquier cosa menos eso.
A Assad en Siria ya no le apoyan ni sus más próximos. Los islamistas que gobiernan en Damasco están desatados. Cuando atacaban a judíos dentro y fuera de Israel, no se les prestaba demasiada atención. Pero ahora, dentro de Siria han puesto en el objetivo a las comunidades chiíes, cristianas y drusas. Y ha empezado una masacre que ofrece imágenes espeluznantes, muy parecidas a las que vimos el 7 de octubre de 2023. Y no pensemos que esto nos cae muy lejos. Sucede en la orilla del mismo mar Mediterráneo que baña las costas de España. Estoy ansioso por oír a todos esos portavoces del 'wokismo' salir a manifestar su comprensión.
Para comprender hasta qué punto esto es peor que el 7 de octubre, allí Hamas mató a unas 1.300 personas. En solo dos días en Siria la cifra se eleva a unas 7.000 personas, principalmente cristianos y alauitas, la rama del Islam a la que pertenece la familia Assad.
A los Assad padre e hijo los sostuvieron siempre Irán y Rusia. Assad gaseaba a la población sin pestañear. O cosas peores. El entonces reportero del New York Times, Tom Friedman, publicó en su libro From Beirut to Jerusalem: One Man's Middle Eastern Odyssey (1989) su experiencia al llegar en 1982 a la localidad de Hama. El capítulo se titula Hama Rules, las reglas Hama. Que básicamente son que si te sublevas contra el régimen te arrasan. En Hama, Assad laminó la ciudad y la aplano con excavadoras dejando miles de cadáveres entre los escombros más o menos aplanados. Friedman cuenta cómo se veía restos de cuerpos humanos saliendo del suelo.
En cambio, la potencia que teledirige lo que se hace en Siria hoy en día es la Turquía de Erdogan que sostiene el régimen del islamista Ahmed al-Sharaa. Este Erdogan fue uno de los grandes promotores, junto a José Luis Rodríguez Zapatero, de la Alianza de Civilizaciones para dialogar con tipos de la misma hechura que Ahmed al-Sharaa. La propuesta de Zapatero se aprobó en septiembre de 2004 y desde el primer momento contó con financiación turca. Fíjense lo bien que les habrá ido a los que crearon esta organización dependiente de la ONU que su alto representante desde febrero de 2019 es Miguel Ángel Moratinos. Con residencia en Nueva York. A él le va muy bien. A los que se tendrían que beneficiar de esa alianza… los masacran.
Es tal el escándalo que se ha producido en las redes sociales por las matanzas de los islamistas sirios que una de las órdenes dadas por las autoridades de Damasco a los suyos es que dejen de filmar las palizas a sus víctimas. ¿Y por qué firman el acto de perpetrar un crimen? Porque creen que asesinar al que no comparte su fe es un acto por el que recibirán recompensa en el más allá. Ahora ya prefieren no grabar porque temen estar perdiendo el control de la narrativa.
Y como pueden ustedes comprender, la pregunta que hay que hacerse ahora es dónde están todos los que denunciaban el ataque a Gaza, que fue la respuesta a la masacre del 7 de octubre. Ahora parecen callar ante lo que hacen los islamistas sirios, gemelos de los terroristas de Hamas, a las minorías sirias. Un cristiano sirio es un cero a la izquierda.