Cartas al director
¿Democracia? ¿Qué democracia?
La modernidad, la posverdad y la nueva política se han empeñado tanto en sacudir nuestras vidas que hemos perdido el cielo y todas las estrellas. Ya no significa nada para nosotros la bóveda celeste, que fue siempre el techo humano, que nos protegía de lo inhumano con leyes mágicas para salvar distancias infinitas de poderes que permitían a los hombres esperar algo más de lo que vivíamos, las injusticias. Y nos vendieron la democracia.
¿Qué democracia? La de separación de poderes, el legislativo, el ejecutivo y el judicial. Que se tienen que controlar entre sí para proteger al pueblo.
O la nueva democracia de un solo poder. El ejecutivo que lo controle todo, al legislativo y al judicial y así todo resuelto. La soberanía nacional, los tribunales de justicia y la Constitución con sus leyes y su tribunal. Todo sobra. ¿Pero quién protege al pueblo soberano? ¿Con un solo poder dictatorial con los votos que se dejan engañar? Quién le protege.
No es extraño que la palabra deseo provenga de lo que nos quema por dentro. Echar de menos una estrella. Nos están hundiendo hasta el cielo. Creíamos que con la democracia y la medida divina el hombre podría vivir en libertad. Pero no está siendo así. Cuando el deseo no se lanza al cielo acaba siendo pisoteado por el suelo.
Me acuerdo del poeta que escribía aquellas frases de la vida: «Nací a la vida del espíritu y de la conciencia, he vivido para la reconciliación de todos los ideales, asistiendo a su victoria, como si hubiera sido un milagro».
Hoy es evidente que nuestros políticos no están alcanzando las virtudes de aquellos que consiguieron el sistema constitucional, el de la separación de poderes, para el bien de todos los españoles. Están haciendo lo contrario, rompiéndolo para su enfrentamiento.
No puede pasar más tiempo que de la gobernanza de España se ocupen personas ambiciosas, mentirosas y sin moral ni principios. No seamos cómplices de la destrucción y la ruina de la nación española. Separación de poderes ya…