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Cartas al director

La traición

El traidor es un individuo falso, que se tiene como amigo halagador, que te da o te entrega como rendido o vencido a tus oponentes, a tus enemigos. La traición es una transgresión a la lealtad de la naturaleza, es como una enfermedad congénita, abundan los traidores de cuerpos deformes. Y todos tienen deforme el alma. La traición y la deslealtad supone la muerte del traidor en la memoria del corazón de la víctima.

La cultura de la deslealtad y la traición se ha impuesto sobre la cultura moral de nuestras vidas. Que un día se unieron a una verdadera reconciliación nacional gracias a la fe y a la sólida lealtad entre todos los españoles. Los hombres desleales con malas semillas de odio, deben de ser excluidos y marginados de la buena moral de los españoles. Hoy los traidores son premiados con cargos y prebendas, con un repugnante morbo que se ha convertido en virtud de Estado.

Por encima de la caducidad de todas las cosas, existe una fuerza de la naturaleza de la especie humana con una ley que está en todas las cosas y que gobierna a todas. Una ley que hace posible todas las leyes, en las naciones, en las comunidades y en la familia. Se llama lealtad.

La lealtad es una virtud que mantiene el orden universal de la Naturaleza sin condiciones. Con la lealtad de un amigo basta para convertir la tristeza en alegría, y la patria en el hogar nacional de los ciudadanos. Nada muere bajo la ley de la lealtad. Solo con la lealtad de tus semejantes conseguimos vivir en paz, conservar la serenidad del alma en medio de la indignidad exterior y solo con lealtad conseguiremos alcanzar esa ética divina que llamamos amistad. Si se traiciona a sí misma, se sufrirá la sanción más grave que pueda tener el ser humano. La expulsión de la vida moral de la sociedad de un cuerpo sin alma. Un hombre desleal está vendiendo su sustancia para quedarse en su sombra…

Maximo de la Peña Bermejo

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