Cartas al director
Propaganda educativa
Dentro de unas cuantas semanas nos tocará votar en las elecciones municipales y autonómicas, y ahí podremos valorar cómo han calado en la sociedad española los reales decretos y las regalías que Sánchez y los suyos nos han impuesto para mantenernos en una apatía perenne.
Dentro de unos cuantos meses volveremos a votar en las elecciones generales que, según su resultado, lograrán afianzarán las actuales leyes ideológicas del Gobierno, si ganan unos, o las ampliarán hasta lo abominable, si vencen los mismos que ahora están.
Por eso, es de justicia que todos los partidos políticos sean claros en sus propuestas y dejen por escrito en su programa electoral qué es lo que pretenden hacer durante los próximos cuatro años. Así, por ejemplo, antes de depositar nuestro voto seremos sabedores de que el Partido Popular pretende derogar la actual ley de Educación, aunque seguro que mantendrá lo esencial de esa ley: el cierre de los centros de educación especial, la impartición de la Educación para la ciudadanía, los talleres perversos de educación sexual adjudicados a colectivos ajenos a los centros educativos o la eliminación del concierto económico a aquellos colegios con una educación diferenciada. Así, por ejemplo, sabremos que el partido socialista y sus socios extremos desean ahogar a todos los centros educativos privados, también a los de educación mixta, y que sólo reciban fondos públicos los colegios con titularidad estatal, que extenderán la asignatura ideológica de Educación de la ciudadanía a todos los cursos de Primaria y de Secundaria o que su siniestro proyecto de adoctrinamiento sexual se verá arropado por la próxima legalización de la pederastia, pues ésta ya ha resonado en el Congreso durante la presente legislatura de boca de Irene Montero.
Es de justicia que los unos y los otros hablen claro antes de las próximas elecciones. Así podremos votar en conciencia y asumir libremente las consecuencias de la aplicación del programa electoral que cada partido se compromete a sacar adelante durante los próximos cuatro años. Así, como resultado de nuestra libre e informada elección, tendremos lo que nos merecemos de verdad.