Cartas al director
Victoria agridulce
No es un capítulo más de manual de resistencia de Sánchez, es el primer capítulo del manual de fragilidad de Feijóo. No tener las cosas claras, no tener conocimiento del comportamiento de los votantes de izquierda de este país, ha supuesto no obtener una victoria más holgada. Arrancar votos de la izquierda es sumamente difícil. Jamás votarán a la derecha. Por mal que lo hagan los suyos, la aversión, les impide ver una realidad por muy negativa que sea. Prefieren no ir a votar antes que dar la papeleta a la derecha. No es fidelidad, es inquina. Por tanto, la única forma de restarle votos a la izquierda es desmovilizándolos. En su fuero interno, al no votar, consideran que no han traicionado a su partido. Feijóo, en una oportunidad histórica, ha hecho lo contrario, los ha movilizado. Sánchez, astutamente, le ha dejado continuar. El popular con su obsesión de alcanzar mayoría absoluta, cosa que nunca ocurrirá en este país, se ha hecho oposición a sí mismo. Ha demonizado a su posible y necesario colaborador. Una campaña contra VOX, en lugar de ir donde debía ir, a por el Gobierno. Después de un brillante debate en el cara a cara con el presidente, se olvida de éste, lo da por amortizado y cambia de estrategia. Dirige, obcecada e incomprensiblemente, su ataque a Abascal. Coquetea con el PSOE ofreciéndose a ellos. Feijóo adoptó, erróneamente, el lema ¡que viene el lobo! de Sánchez y éste aprovecha y ¡no solo lo digo yo, hasta Feijóo me prefiere! Cómo explicas a un votante de izquierdas que ese ser malvado lo tienes de socio en comunidades autónomas. A partir de aquí, se produce el reclutamiento de la izquierda. Su tropa de votantes pensaría que es un simple postureo para llegar al Gobierno, si se ofrece a nuestro partido. ¡Tan mal no lo estará haciendo entonces Sánchez! Para que nos mienta la derecha nos quedamos como estamos.
Su ausencia en el último debate ha sido otro error. Se interpreta como un acto de cobardía no ante Sánchez sino con Abascal. Con tu cambio de estrategia, tendrías que ir a por el de verde y éste te podría arrinconar contestándote porque has pactado conmigo. Sánchez, en la campaña, no ha hablado mal de Sumar, porque era consciente que la iba a necesitar ¿verdad Yolanda?
Pírrica victoria que no sirve para nada. Por desméritos del popular y no méritos del presidente. Para éste, su lectura es que ha sido perdonado por los graves errores cometidos y, legitimado para pactar con quien quiera, porque esta vez sí lo ha avisado. Lo único que se ha comprometido es, a que no habrá referéndum porque no lo permite la Constitución, pero ¡ojo!, tiene en el constitucional a su amigo Pumpido. El PP necesita valentía, carácter, seguridad, equilibrio y no acomplejamiento. No marear la perdiz. Cualidades que actualmente las posee una persona del partido que barrió en Madrid. Se avecinan cambios.