Cartas al director
Lo que esconden las formas
Atendemos, atónitos, a las declaraciones de doña Yolanda Díaz sobre lo sucedido y que sigue sucediendo en Israel y la Franja de Gaza... Si esta ministra en funciones –tan supuestamente feminista, y quien tan frívolamente se indigna por algunos comentarios sobre sus visitas a las peluquerías– no condena expresamente como atentado terrorista y extrema agresión machista la violación y asesinato de mujeres en territorio israelí por parte de las bestias de Hamás, es que bajo su amable imagen se esconde un ser escalofriante –¡vicepresidiendo el Gobierno!–, por mucha sensibilidad de izquierdas –pura leyenda– que exhiba, además de sus cálidas sonrisas, sus golpes de melena y sus elegantes vestidos... Es decir, una mujer tan poco de fiar como cualquier taimado varón dictador: engañadora –demagoga–, fría y definitivamente cruel, a tenor de esa falta de compasión, al menos oficialmente, por los atentados terroristas –sí, terroristas– perpetrados estos días contra la población civil de Israel... Y todo ello, con independencia de las críticas que pudiera suscitar la política de los dirigentes de dicho país. En definitiva: este inquietante personaje es otro de los siniestros componentes del Ejecutivo que pretende seguir maldirigiendo España –o lo que de ella quede– en los próximos años... De película de miedo. O, más bien, de terror.